Blaicer Moreno Córdoba

Por: Blaicer Moreno Córdoba*

A la planificación pública y popular, bueno es acercarnos, sobre todo por parte de quienes se inician en el servicio público, aproximarse de forma holística, y situar adecuadamente la importancia de la planificación en el marco de un proceso de formación política. La diversidad y alcance de cada uno de los planes pueden resultar abrumadores para quienes nunca hayan tenido la experiencia de trabajar en los procesos más técnicos y rutinarios de la Administración Pública. Brinda ella una visión panorámica de los principales instrumentos de la planificación pública, así como sobre su justa importancia para el logro de los objetivos trazados. Su utilidad es manifiesta, toda vez que integra estrategia y táctica,

No siempre es fácil realizar diagnósticos adecuados y útiles, así como tampoco respecto de las posibilidades y límites de los datos, debiéndose ponderar la calidad e importancia de los mismos, y sopesar la necesidad de introducir otros factores en el análisis, incluyendo cierta dosis de subjetividad y sobre los planes estratégicos y operativos ajustados a nuestras propias realidades, necesidades, importancias y urgencias; interesando en todo caso, integrar a ella de manera más que fluida, la actividad planificadora con la gestión, al tiempo de entender que a pesar del aparente caos de los problemas y demandas que enfrenta el funcionario público, existen patrones comunes que pueden ser identificados y anticipados adecuadamente en los procesos de diagnóstico, y abordados técnicamente en los planes.

Planificar no es llenar formularios emanados de las instituciones. La planificación es una actividad sustancial de la gestión, que se refiere a lo que se debe hacer para resolver problemas y sobre la manera de resolverlos ya que exige todo un proceso reflexivo para estandarizar procesos y obtener información comparable entre las innumerables unidades administrativas de todo tipo de órganos y entes de la Administración Pública. Eso hay que entenderlo, de manera que es necesario y urgente, despojar a la planificación de ese ropaje de fastidio, de rutina y de trabajo basura con el que se ha revestido tradicionalmente, y comprender que se trata de una tarea de elevado nivel técnico, político e intelectual

Quizás la mayor dificultad de la planificación es que tiene una especie de función dual y aparentemente contradictoria. Por un lado, se supone que se hacen planes para resolver los problemas que territorialmente tiene un barrio, comuna, localidad, municipio, departamento, región o país; y de otro lado, por cuanto la planificación aspira a generar una realidad que, además de carecer de los problemas actuales, suponga una superación de nuestras condiciones de vida, de nuestras capacidades materiales y de nuestro papel en el mundo.

*Administrador de Empresas. Especializado en Proyectos de Desarrollo. Asesor y Consultor Político y Empresarial *amerlyng@gmail.com

TEMA ENLAZADO: PLANIFICACIÓN PÚBLICA Y POPULAR (II)

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