Rafael Robles Solano

Por: Rafael Robles Solano*

Con mis disculpas por haber concluido la primera parte del presente título, en el punto en que quedó. Entonces continuo el análisis de este texto en los términos siguientes, advirtiendo y precisando que entre las manifestaciones de Uribe y las de Petro, median diferencias que no pueden considerarse como sutiles, porque si bien el primero, es directo o como el mismo suele decir, porque es: frentero. Mientras que los del mandatario actual, son más soterradas, porque las matiza en medio del lenguaje dialectico que suele emplear, o sea, que desprevenidamente unos se pueden calificar como mensajes de odio y los otros, como discursos de odio. Pero, en cualquier caso, ambos son dañinos porque impulsan y motivan a que sus seguidores, los reutilicen como instrumentos para criticarse y agredirse recíprocamente en público y en privado, que es lo que conduce a agudizar los rencores que impiden acceder a escenarios de reconciliación y de mejor convivencia, por el contrario, esta clase de confrontaciones lleva a que las diferentes formas de violencia sigan siendo parte de nuestra desafortunada cotidianidad y además, frustra los procesos de paz.

Resumiendo, los citados personajes son maestros en la utilización y manipulación de esta clase de mensajes de odios difundidas en sus redes sociales, los cuales, en nuestro caso, configuran barreras insalvables para facilitar y propiciar mejores condiciones para conseguir la anhelada pero utópica paz, que permanentemente proclama Petro, porque dice estar empeñado en lograrla.

Para materializar una sociedad en convivencia pacífica, se requiere de dispendiosos procesos de reconciliación, en los que es necesario comenzar por reconocer los daños ocasionados por los actores de las violencias, los desplazamientos, los confinamientos, secuestros, las masacres, etc., y además, que las victimas estén dispuestas a perdonar sin reservas, sin conservar rencores, ni ánimos vindicativos hacia los victimarios y eso no es fácil, porque para muchos, es imposible el considerar siquiera, poder dispensar o reunirse con ellos en ambientes reconciliatorios, en particular me refiero a los que piensan que como mínimo, deben pagar con cárceles por sus crueles acciones.

Situaciones como las descritas, aunadas a la pobreza y las enormes desigualdades sociales, la falta de oportunidades, la inseguridad y la generalizada corrupción, son elementos que sirven de combustibles para que los conflictos poblacionales, estén a flor de piel y, que las comunidades urbanas y rurales desconfíen de los procesos de paz. Lo cual significa que la paz, sin resolver dichos problemas, es y será un himno utópico, carente de fundamentos y de reconocimiento por parte de los habitantes a quienes se pretende beneficiar.

Entonces, luchar por buscar la paz en medio de esta clase de escenarios sociales y económicos, teniendo en contra la funesta utilización de los discursos de odios, que surgen por doquier, por motivos o causas banales, insignificantes o serias, requiere de dilatados procesos de formación y educación, pues son actuaciones que no pueden ser resueltas en medio de la aguda polarización confrontacional en la que nos encontramos, lo cual no significa que estemos condenados a seguir batallando cotidianamente con las diferentes formas de violencia en las que vivimos, de modo que necesitamos tener sensatez y capacidad para aportar individual y colectivamente con nuestras acciones para propiciar la construcción de condiciones que nos permitan ir edificando la reconciliación indispensable para obtener la elusiva convivencia propuesta por el Presidente, que debe estar complementada de los medios para facilitar un mejor estar colectivo real, no ficticio, que además, no sea desvirtuada por enfrentamientos personalistas de funcionarios como el Fiscal y otros, los que no conducen a facilitar ningún escenario reconciliatorio.

*Rafael Robles Solano. Secretario Ejecutivo LIDERESOCIAL. rafaelrobles12@ghotmail.com

Tema enlazado: MENSAJES DE ODIO VS PROCESOS DE PAZ (I)

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Por editor

Un comentario en «MENSAJES DE ODIO VS PROCESOS DE PAZ (II)»
  1. Los mensajes de Odios de Uribe son muy directos y dictatoriales como decir » se callan o los callamos » infunden miedos pánico a no hacer lo que el dictador quiere.
    Los de Petro no son de Odios simplemente con la verdad y muy explícito . La verdad de sus mensajes son odiosos para los que no quieren oír la verdad y ser descubiertos .
    como harán los Uribestias con las Verdades de Mancuso.
    ya la Cabal está diciendo que es una Vengsnza de Mancuso , pero que se llevará por delante a muchos coleccionistas de tierras.

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