JOSÉ MANUEL HERRERA BRITO

Por: José Manuel Herrera Brito

Seamos quienes seamos y estemos en la orilla que estemos ideológicamente hablando, importa por encima de cualesquiera asuntos que participemos todos en vía a vertebrarnos como sociedad, como Estado, República, patria, nación, territorio, país. En más de dos centurias de historia republicana hemos tenido de todo, ha habido de todo. Desde grandes destellos iluminados con innegables luces de esperanza, hasta aciagos episodios preñados de ignominia, malquerencia, egoísmo, envidia y demás negaciones e irrealizaciones. Partidos independientes, otros no tanto, muchos genuflexos, otros pegados a la sumisión, unos más llevando a gala su vocación de organización política volcada con mayor o menor acierto en una vertebración del Estado sin disociar en y de lo territorial como componente geográfico de equidad, igualdad y solidaridad entre los ciudadanos y comunidades de los distintos rincones patrios.

Olvidan hoy más que nunca los partidos, unos más que otros desde luego, pendientes solo de sus particulares intereses y de adentrarse en todo cuanto entraña corrupción y corruptela, que deben tener muy en claro un definido modelo de desarrollo, un proyecto ambicioso y un argumento troncal que pase por encima de recurrentes ruindades periféricas poniendo coto a cualquier aspiración de mezquindades y entrar a ejercer una influencia algo más que decisiva, no tanto sobre la política parroquial y más sobre las mismísimas claves para la conformación de un grande y mejor como superior Estado.

Es aportarle todos a una para conseguir arrancar una nueva visión sobre la pluralidad nacional que nos sublime sobre cualquier tipo de pacto que afecte los intereses mayores y superiores de la gente, y frene a toda costa a quienes no están por los beneficios mayores para la comunidad. Es abrir la puerta a las dinámicas mejores que permitan ir aunados tras una sólida vertebración territorial, lo mismo que tener la vocación suficiente y necesarias de cambiar las cosas y modernizar el país bajo el paraguas de la democracia, teniendo definidos las líneas y los caminos por los que transitar pueda sin tropiezo ni obstáculo alguno el Estado de Derecho.

No es organizarse para saltarse esas mismas líneas y esos mismos caminos a través de una mayor gloria a conseguir con chantaje político, sino trabajando con denuedo, con prisa y sin pausa, sin descanso alguno en la incesante e irrenunciable búsqueda y procura de estructurar un mejor Estado para todos y jamás ni nunca para unos pocos.

El objetivo de vertebrarnos, de articularnos, es presentar desde una mirada holística, una propuesta integradora con diferentes resortes y herramientas conceptuales que sirvan para estructura y potenciar una mejor sociedad, acometer su estudio, atender su a fondo producción social, explorarla, incidir en su tensión reproducción / transformación de manera transversal, a efecto de a través de reflexiones de este tenor, ahondar en lo sociológico y demás otras nociones y acciones de poder social, que nos lleven a aportar una serie de fundamentos, ejes y soportes, que puedan guiarnos en el análisis integral de esa articulación y vertebración en virtud de los fenómenos y objetivos que como sociedad debemos proponernos. saramara7@gmail.com

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