Por: David Gonzalo Duarte González*

Óptima sin Lugar a ningún género de dudas debería ser la efectividad de los servicios municipales de salud, en lo que importan estrategias y estructuras acordes con las propias realidades y necesidades en esta materia, a efecto de avanzar de manera permanente y continua en la validez de sus procesos, a fin que los mismos permitan explicar, describir y argumentar cada paso y decisiones tomadas. Es producir cualitativamente alicientes para generar conocimiento y soportar los aportes en salud como una totalidad significativa que trascienda eficazmente hacia y en beneficio de la sociedad.

Es, correlacionado funcionalmente, identificar los cambios y las transformaciones mejores que se vayan dando, en su relación institucional de atención, control, selección y distribución, en la certeza que todo lo atinente a la salud debe estar orientado, desde la esfera de lo administrativo público, a la reflexión social, a significados en la vida social construidos en un ambiente poblacional y objetivo camino a superiores desarrollos y beneficios colectivos.

Lo cualitativo en materia de sanidad pública, debe generar siempre positivas respuestas respecto de los sistemas de salud y sus prácticas, procurando que sean cada vez mejores. Es dar valor a todo cuanto significa la salud en y para la población, lo que ayuda a una más relevante comprensión de los fenómenos sociales con argumentos profundos y en un marco de acción que revelen los compromisos a alcanzar, con la mira puesta en que las prácticas políticas en salud a través del tiempo para una nación y una región determinada, tienen sí o sí, que superarse día tras día, ya que la manifestación de resultados positivos tiene que ser un común denominador, al igual que estratégicos los argumentos para maximizar y magnificar acciones y estructuras, lo mismo que para señalar los niveles de efectividad alcanzados y por alcanzar que deben ser al menos aceptables para la calidad de vida de la población.

La salud representa un tema fundamental en el interés político y público, y en esa medida, las estrategias, las estructuras y la efectividad merecen mayor desarrollo en el diseño de políticas públicas, lo mismo que su consolidación con un orden creciente y consistente que mejore la calidad de vida, los niveles de morbilidad y mortalidad de la población, al igual que se expresen y reflejen en el contexto de la sociedad.

*David Gonzalo Duarte González. Profesional de la Salud. Especializado en Gerencia en Seguridad en Salud en el Trabajo. dago1286@hotmail.com