Por: Rafael Robles Solano*
Preocupado por los recientes acontecimientos en nuestro país y en el mundo, expongo en estas breves reflexiones, mis preocupaciones y desesperanzas frente a las situaciones que como espectadores anónimos asistimos, sin que podamos hacer mayor cosa, para que nuestras aisladas protestas sean escuchadas y atendidas por quienes tienen la capacidad de tomar decisiones y resolverlas.
Vivimos tiempos de enormes discrepancias y de actitudes intolerantes, exacerbadas por aquellos que son incapaces de comprender o asimilar, que nos encontramos en un mundo con muchas diferencias culturales, ideológicas, políticas, religiosas, etc. Con las que debemos aprender a compartir, sin necesidad de estar enfrentados, asumiendo posturas irreconciliables y de confrontaciones permanentes.
Por estos tiempos observamos como en Colombia, se viene difundiendo y explotando en los eventos masivos, la utilización de coros que dicen: Fuera Petro, contra el mandatario actual, los que en principio parecen inocuos, pero que, en medios de esos escenarios, se prestan para convertirse en hechos ofensivos o violentos, cuando las multitudes enardecidas, se envalentonan y terminan agrediendo físicamente a los destinatarios de sus arengas y reproches. Dichos coros, son manejados hábil e intencionalmente por aquellos antagonistas y enemigos, interesados en crear ambientes intolerantes en contra de dirigentes y lideres políticos. Cuando se está ante esta clase de situaciones, lo prudente es abandonar silenciosamente el evento, sin hacer provocaciones innecesarias y peligrosas. Hechos como el que nos ocupa, evidencian que, más allá de los reproches, subsisten grandes polarizaciones, que, en nuestro caso, imposibilitan una mejor comprensión de nuestras diferencias políticas y sociales, porque en nuestro medio, las ideologías, prácticamente desaparecieron entre los múltiples grupos de dirigentes que concitan simpatías y apoyos por intereses comunes y que actualmente se discriminan como de derechas, centro e izquierdas. Donde las primeras, las derechas y las últimas, las izquierdas, cuentan con extremistas radicales, que retroalimentan sus rencores y odios contra sus adversarios, haciendo imposible que se materialicen los escenarios de reconciliación nacional como viene pretendiendo Petro desde el inicio de su mandato, con sus propuestas de Paz Total y de un Pacto Nacional.
En diferentes oportunidades en esta tribuna, he dedicado espacios de reflexión y análisis sobre estos importantes y espinosos o conflictivos temas, que comedidamente me permito recordar, por tener actualidad, son los titulados: “APRECIACIONES SOBRE EL PROCESO DE PAZ” (julio 03/2021); “DEPONER LOS ODIOS Y RENCORES POR LA RECONCILIACIÓN NACIONAL” (enero 29/2022); “INTOLERANCIAS POLÍTICAS FRENTE A LA RECONCILIACIÓN NACIONAL” (octubre 29/2022) y “CONSIDERACIONES SOBRE LA PAZ TOTAL” (febrero 17/2023).
En este orden de comentarios, es deplorable ver como a lo largo y ancho de nuestro planeta, se extienden las confrontaciones bélicas, como acontece por solo citar las dos más visibles, entre Rusia y Ucrania o entre Israel y Palestina. Conflictos donde prevalecen los ataques indiscriminados contra civiles indefensos, niños, mujeres y adultos mayores son asesinados o mejor, masacrados impunemente en aras de defender la seguridad nacional, en el caso de Israel, que así justifica su inhumana reacción de bombardeos masivos en contra de la inerme población palestina, por causa de los criminales ataques de extremistas del Hamas, actos que no conseguirán acabar con los odios y rencores entre ellos.
*Secretario Ejecutivo LIDERESOCIAL. rafaelrobles12@hotmail.com