En Altos pino cerca a Lagunita de la sierra, vereda que pertenece al municipio de Barrancas, Guajira, el 20 de Febrero del año 1928 nace el compositor de música vallenata, Leandro Díaz, y en Hatonuevo del mismo departamento fue criado. En su adolescencia sus padres se lo llevaron a Tocaimo y luego al municipio de San Diego, Cesar.
El maestro Leandro nace con ceguera física, limitación que no le impidió componer a sus 17 años la primera canción titulada, “la loba de ceniza”. Díaz empezó a viajar dándose a conocer interpretando sus melodías por toda la región, vivía de parranda en parranda con amigos y mujeres.
Años después conoce a Matilde Lina, una hermosa mujer de piel morena, que trabajaba como recepcionista en Telecom, y de quien se enamoró perdidamente. Fué tan grande su amor por aquella joven de 29 años que lo inspiró a componer la canción que lleva su nombre: Matilde Lina. Esta se convertió en la canción más representativa del maestro, siendo un éxito en Colombia y en el mundo, además es una de las composiciones vallenatas más grabadas por artistas de todos los géneros musicales.
Pero como todo en la vida no es color de rosas, el amor que habia nacido en el corazón de Leandro por Matilde Lina, no le fué correspondido por ser ella una mujer casada, y además por la fama de mujeriego que tenia aquel hombre.
Como era costumbre el corazón del legendario, Leandro Díaz volvió a palpitar de amor. Esta vez por Josefa Guerra Castro, una linda adolescente de 18 años quien vivía en el corregimiento de Tocaimo, en el municipio de San Diego, Cesar. Esta Tocaimera se convirtió en la musa de su nueva inspiración; haciéndole la canción, la Diosa coronada.
Josefa Guerra, era una niña consentida, muy bella e increida, púes no era para menos. Provenia del seno de una familia muy Pudiente de Tocaimo.
Leandro se enamoró perdidamente de su Diosa coronada, pero ella no lo veía con buenos ojos por ser ciego, borracho, pobre y músico.
El cantante buscaba el momento oportuno para llegar a la casa de los Castro, y poder sentir la presencia y percibir el aroma de aquella mortal que endiosó por sus encantos de mujer. Esta lo ignoraba y le despreciaba hasta los saludos, actitud que jamás tuvo con los demás jóvenes del pueblo que llégaban a pretenderla. Josefina se interesó en uno de ellos, que según ella y sus padres si cumplía con los requisitos que “ un buen”hombre debía tener para ganarse la aprobación del amor de aquella muchacha. Claro, el muchacho por quien se había decidido era también hijo de padres pudientes.
Aquel músico de casta provinciana, llevaba en horas de la noche y se paraba frente a su ventana a darle serenata, cantándole la canción que le había compuesto: La Diosa Coronada. La reacción de la femenina fue de rechazó.
Transcurrió el tiempo, Leandro conoce a Helena Ramos, quien si le correspondió, casandose con él.
Las obras musicales del Legendario, Leandro Díaz, las componen más de 350 canciones escritas a puño y letra y sin ver una de ellas, solo sintiendolas y viendolas con los ojos del alma.
Entre los ramilletes de exitos que nos dejó como legado están los siguientes: Matilde Lina, La Diosa Coronada, debajo del palo e’ mango, Dios no me deja, la gordita, el cardón guajiro, entre otros.
En la música vallenata, Leandro Díaz “el ciego” como cariñosamente lo llamaban, es un Juglar que enriqueció al folclor con sus joyas, que con el pasar del tiempo se convierten en clásicos y es inevitable no cantarlas, no tararearlas y mucho menos dejar de dedicarlas en medio de una parranda a una hermosa mujer.
Una infección renal aguda, el 22 de Junio del 2013 detuvo el corazón de la leyenda del Vallenato, Leandro Díaz, en la ciudad de Valledupar, Cesar. En la 44 edición del Festival Vallenato del año 2011, se le rindió homenaje a la leyenda de nuestro folclor resaltando sus obras, las cuales su hijo, el también cantautor, Ivo Díaz tiene la misión de preservar para que las generaciones venideras puedan saber que es un buen vallenato.
Los amantes del buen vallenato y Colombia, están a la espera de que el canal RCN, avance con las grabaciones de la bionovela en homenaje a Leandro Díaz, quien vió con los ojos del alma, la cual se empezó a filmar en el mes de diciembre del año pasado (2020), en Valledupar, Cesar. La locación principal del filme fue a orillas del río Guatapurí. El cantante de música vallenata, Silvestre Dangond y la linda, Miss Cesar Mary Trini Araque, serán los protagonistas de la bionovela.