Por: Ec. Esp. Omar Escobar

A finales del siglo XIX, surge el sionismo. Más que una doctrina es un proyecto político nacionalista con prácticas colonialistas, pues su objetivo fue ir apropiándose del territorio palestino gradualmente, a través de colonias y buscando el apoyo, en un primer momento, del Imperio Otomano, y después de los británicos, entre los que había importantes simpatizantes como el banquero Lionel Walter Rothschild. La religión, es el adorno para cubrir el colonialismo, de allí que el sionista cree que el pueblo judío se merece un Estado en la tierra prometida.

A comienzo del siglo XX, ingleses y franceses habían dividido el territorio en dos zonas: Francia se quedaría con Siria y Líbano, y Gran Bretaña con Jordania, Irak y Palestina, dando paso a la colonización sionista de la Palestina histórica, la cual ya había comenzado a finales del siglo XIX. Este hecho produjo que la población palestina se levantase contra el colonialismo inglés y su apoyo a la constante y agresiva migración sionista.

En 1947, las Naciones Unidas, permitió la partición del territorio de Palestina en dos Estados – el judío y el árabe. Pese a que la población era mayoritariamente árabe, al Estado judío se le concedió el 55% del territorio, mientras la población judía no llegaba a poseer el 6% de la tierra… paradójicamente ambos grupos rechazaron la propuesta. Cabe tener en cuenta que en este proceso, los judíos fueron comprando a los palestinos poco a poco parte de las tierras y junto a los asentamientos en territorio palestino, fueron ampliando su territorio. En 1948 poseían el 23%, hoy cuenta con más del 90%, lo que ha provocado un enfrentamiento bélico y continuo entre las dos poblaciones.

Desde el punto de vista cultural y económico, estas dos naciones tienen un contexto geográfico muy parecido, sin embargo su cultura e idiosincrasia son diferentes. En un paralelo, y en más de 60 años, la economía de Israel está muy por encima de Palestina. Comenzando que desde 1966 Israel tiene 13 premios nobel en química, economía, literatura lo que equivale a más premios nobel per cápita que Estados Unidos, Francia y Alemania. La calidad en educación hoy se ve reflejado en el Índice de Desarrollo Humano y su economía, pues el 77% del PIB proviene del sector servicios, específicamente de nanotecnología, software, telecomunicaciones  y mano de obra altamente calificada. Por otra parte, la industria con el 21%, se caracteriza por empresas que fabrican bienes de alto valor agregado. El aprovechamiento del agua como la agricultura es muy tecnificada, sin embargo no es su fuerte dentro del PIB. Palestina por el contrario, tienen un PIB anual de 5.407 MEuros frente a la judía con 499.026 MEuros. -Lo que si llama la atención es la industria armamentista de Palestina, desarrollada por Hamás… irónicamente este grupo, fundado en 1987, fue creado por Israel para combatir a la OLP-.

Dos naciones, que nacen casi bajo contextos similares, pero con 40 años de diferencia, el uno fue capaz de lograr un desarrollo económico sin límites, mientras que el segundo, sumido en el conflicto, no fue capaz de despegar y tal vez, haya desaparecido como nación.

*OMAR ALIRIO ESCOBAR. Economista con Maestría en dirección y gestión de centros educativos y Especialista en Gestión de proyectos. Docente universitario, ensayista e investigador en varias universidades del país.