Libardo Montealegre

LIBARDO MONTEALEGRE MURCIA

LA TRANSICION ENERGÉTICA: HOJA DE RUTA

No pretendo ser un conocedor profundo de las complejidades para la definición de una hoja de ruta para hacer una transición energética ordenada hacia la descarbonización de la economía .

Pero el sentido común indica que frente a esta temática se deben abordar con rigurosidad una planeación energética de largo plazo (En que quedo el Plan Energético Nacional 2050? , el nuevo adanismo de este gobierno lo desconocerá ? ), se debe definir una clara estrategia de electromovilidad  y abordar desde  todos los sectores la posibilidad de desarrollar tecnologías nuevas ,algunas hoy  costosas como el  Hidrogeno Verde.

Una adecuada modelación de los impactos que estas estrategias tendrán sobre los sectores, residencial , comercial , industrial , servicios públicos , transporte  , deberían dar resultados orientadores sobre aspectos relevantes para cada sector  como son,  la capacidad instalada y la demanda de energía en cada sector , las proyecciones de oferta y la demandas estructuradas por sectores , los potenciales de oferta y demanda de energías alternativas por sectores , la trayectoria de emisiones de gases efecto invernadero por sectores , los mercados mayoristas y minoristas por sectores , una seria evaluación de los sectores rezagados como los bosques, la biodiversidad , la agricultura ,  temas relevantes que deberían llevar a la definición de una propuesta seria de política publica tendiente  en un plazo razonable  a tener resultados tangibles de descarbonización de la economía  . Antes se hablaba de que para el 2030 se esperaban estos resultados, hoy frente a las nuevas realidades energéticas del mundo se habla de 2050.

La transición energética es un proceso irreversible que debe ser impulsado por políticas públicas que trascienden más allá del cambio climático e incluyen múltiples acciones y variables. Los cada vez más frecuentes fenómenos meteorológicos extremos provocados por el cambio climático instan a todos, la población y a los Gobiernos a centrarse en la necesidad de actuar. Políticas públicas adicionales aceleran aún más la transición energética en busca de otros objetivos como la calidad del aire, la seguridad del suministro, la economía circular, la descarbonización de la economía, el crecimiento verde y el empleo asociado a las tecnologías limpias.

Como puede verse este es un tema muy serio que debe desarrollarse sin activismo político ni de género, ni de raza,  ni de ideología , como pretende instalarlo ante la opinión publica el presidente y sus ministras de minas y energía , y de ambiente .

Pregunto, cuándo en los discursos rimbombantes del alto gobierno sobre la descarbonización de la economía, este gobierno ha presentado estadísticas, cifras, proyecciones, costos, fuentes y usos de fondos para la implementación de una política que sea seria y coherente? . La respuesta es: nunca. Todo es retórica, activismo y extremismo.

Amigos lectores, la hoja de ruta para la transición energética en Colombia y en el mundo,  es cosa seria y nos toca a todos  construirla con capacidad técnica ,  análisis , con gestión y  por sobre todo con sentido común .

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