Por: Anny Margarita Herrera Villa*
El trabajo colaborativo, así como la debida, decidida y decisiva articulación entre los sectores público, privado y la sociedad civil, son de suyo fundamentales para construir un porvenir sostenible, razón por la cual se hace y es imperiosa sobremanera la labor conjunta de estos tres grandes e indispensables actores en ruta de desarrollo, crecimiento e integral prosperidad; toda vez que en un contexto global en continuo desarrollo, interconectado y cada vez con más complejidad, la resolución de los retos socioeconómicos requieren definitivamente un enfoque innovador y colaborativo, en la certeza que el trabajo conjunto sector público / privado / asociaciones de la sociedad civil, se ha convertido en una herramienta fundamental y soporte para abordar los problemas más difíciles y construir de paso un porvenir mayormente sostenible.
La pobreza se incrementa sumergiendo a gran parte de la población en la franja de niveles de bajos de ingresos, vivienda precaria, salud y educación insuficiente e inseguridad alimentaria, lo que por su impacto, debe ayudarnos a entender y comprender que hay que tomar las acciones que menester fueren para su solución, por lo que la fusión de los aludidos tres sectores puede ser uno de los conductores más eficientes, para lo cual hay que tomar exacta cuenta de sus pros y contras, así como también la forma en que deberían complementarse. El sector público aporta la autoridad y los instrumentos regulatorios necesarios, aunque su alcance y recursos son a menudo limitados. El sector privado brinda innovación, eficiencia y recursos financieros, los cuales son beneficiosos para llevar a cabo grandes proyectos. Por último, pero no menos importante, las organizaciones de la sociedad civil brindan un conocimiento profundo y llegada a las diversas comunidades, con un enfoque centrado en las personas.
Deberán en consecuencia estos tres esenciales actores interactuar mancomunadamente potenciando a tope su razón e ser, habilidades y potencialidades propias en dirección a sobrepasar las fricciones generadas por los objetivos opuestos, prioridades y enfoques diversos, por lo que se hace necesario asegurar una transparencia y comunicación abierta compartiendo información, objetivos y desafíos para trabajar juntos y de manera efectiva. El área privada debe ser consciente de su impacto socioambiental, mientras que el público debe asegurarse de que las políticas y regulaciones fomenten la equidad y la sostenibilidad. El tercer sector, a través de la participación ciudadana en el proceso de toma de decisiones, será óptimo para que los resultados a las problemáticas sean más inclusivos y representativos de las necesidades de cada comunidad.
Por lo tanto, debe insistirse en que el trabajo colaborativo entre el sector público, privado y las asociaciones civiles represente un camino indispensable para asegurar un porvenir más sostenible y equitativo. Al unir fuerzas, pueden aprovecharse sus fortalezas individuales para abordar retos complejos y crear generando soluciones innovadoras que beneficien a la sociedad en su conjunto. Dicha unión no solo es una estrategia efectiva, sino que es la clave para construir un mundo más resiliente y justo. En el contexto en el que vivimos hoy, la sinergia entre estos actores no es solo deseable, sino sustancial para superar superando como debería y tendría que ser las problemáticas existentes y por venir, para así forjar un mejor mañana para las próximas generaciones.
*Ingeniera industrial. Especializada en Proyectos de Desarrollo