Por: Hernando Manuel Manjarres Altahona*
Segundos antes de iniciar el partido entre el Deportes Tolima y Los Millonarios en el estadio Manuel Murillo de la ciudad de Ibagué, un desadaptado proveniente de la tribuna occidental ingresa y golpea al jugador visitante Daniel Cataño; un acto que sin duda no representa a los hinchas pijaos. El partido se suspendió indefinidamente y la imagen le dio la vuelta al mundo.
Algo que te terminó de empañar la tarde futbolera, fue el aplauso de cientos de hinchas justificando la salvajada e inapropiada conducta, por su parte, el máximo accionista del cuadro vinotinto y oro, pedía iniciar el partido, sabiendo que la sanción y la multa sería menor a que no se jugará el encuentro.
Muchas opiniones alrededor de este acto vandálico, muchos deportistas solidarizándose con el afectado, lo cierto es que el castigo al antisocial y a la afición debe ser ejemplar: muchos de los afectados mencionaron ayer “se debe sentar un precedente ante estos hechos”. El comportamiento, las expresiones y los actos que se ven en un estadio colombiano no son los mejores, hay que recordar pasados incidentes como el del estadio Palma Seca de Cali el Sierra Nevada de Santa Marta y los recientes en la ciudad musical de Colombia.
Adicional a lo anterior, no bastó la agresión física en el terreno de juego sino que al retirarse el equipo visitante el bus donde iban los jugadores fue impactado con piedras partiendo varios vidrios del mismo. Desde EL DERECHO hacemos un llamado a las mal llamadas barras bravas e hinchas, que los espectáculos deportivos son para disfrutarlos no para generar violencia o actos vandálicos. Se espera que la sanción sea ejemplar y este antisocial JAMAS pise un estadio por el bien de la sociedad y de los amantes del fútbol.
*Hernando Manuel Manjarres. Comunicador Social – Periodista. Especializado en Gerencia Social. Magister en Comunicación, Desarrollo y Cambio Social hernando.manjarres@gmail.com