Luis cesar perez gaitan

Por: Luis Cesar Pérez Gaitán*

Sin duda alguna -y en ello existe consenso argumentativo avalado a su vez por connotados académicos y tratadistas de la asignatura-, uno de los mecanismos mayormente efectivo para alcanzar la prosperidad democrática es el fortalecimiento institucional por medio del buen gobierno, que requiere de acciones concretas en el mejoramiento de la justicia, la lucha contra la corrupción, la observancia de los derechos humanos, la preservación del medio ambiente y la protección a la ciudadanía, en lo que ayuda la inclusión del sector público, del sector privado por medio de la participación ciudadana y del sector empresarial con su aporte de capital social e iniciativas de responsabilidad.

Es uno de sus objetivos principales implantar prácticas de transparencia por medio de la rendición de cuentas, el trabajo colectivo interinstitucional estatal, la implementación y ejecución de esquemas de medición y seguimiento con resultados cuantificables para poder gobernar transparentemente, acompañado con requisitos centrales tales como una buena gestión y la pulcritud a ultranza en el manejo de los sagrados recursos públicos, además de fomentar la participación privada en la financiación de los proyectos, promoviendo la participación ciudadana en el proceso de control de la ejecución de las política públicas.

Necesario en este itinerario, perseguir y penalizar el uso indebido de los recursos públicos consolidando, coordinando y fortaleciendo la acción preventiva y punitiva del Estado contra los corruptos, al igual que fortaleciendo la participación ciudadana con una correcta interacción entre estos y el Estado para fortalecer la democracia, el diseño y seguimiento de políticas públicas, la vigilancia y control de la gestión de las autoridades, así como empoderar a los ciudadanos en las decisiones y las responsabilidades que implica el desarrollo en todo su contexto, soportado en los principios orientadores del ejercicio del buen gobierno, como son: transparencia y rendición de cuentas, gestión pública efectiva, participación y servicio al ciudadano, vocación por el servicio público; y, estrategias de lucha contra la corrupción.

La práctica del buen gobierno debe ser siempre un norte a efectuar, toda vez que busca mejores organizaciones, eficiencia de los recursos públicos y procesos de gestión, atracción y promoción de talento humano con excelencia para el servicio público y mayor transparencia, a efecto de reflejar las prioridades del Plan de Desarrollo, garantizar la coordinación interna, externa y una alineación ejemplar con todo el equipo de gobierno, para que las prioridades y metas del Plan de Desarrollo se cumplan, velando porque la visión y prioridades cuenten con planes, indicadores de gestión y mecanismos de coordinación permitiendo una rendición de cuentas permanente y transparente a los ciudadanos.

*Luis Cesar Pérez Gaitán. Estudios en Administración de Empresa. Líder Indígena y comunitario. Empresario.

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