Por: Rafael Robles Solano*
En esta oportunidad me referiré a los inminentes riesgos que se ciernen en la conservación real y efectiva de nuestros parques nacionales expuestos a las inclementes talas y desforestación impulsada entre tantos otros por hordas de campesinos desplazados de sus regiones de origen por la violencia rural, de colonos, agricultores y ganaderos que actúan con propósitos personalistas de explotación comercial de estas áreas, sin reparar en el enorme daño que contribuyen a causar a la conservación biodiversa y de paso, al cambio climático.
En buena hora conviene reconocer que en las últimas décadas los gobiernos se han preocupado por adelantar y preservar como parques nacionales grandes áreas territoriales a lo largo y ancho del país, entre las que podemos destacar que estos se dividen en cinco áreas naturales diferentes, cada una con sus propios ecosistemas, relieves y climas: amazónica, andina, caribe, insular y pacífica. Esto hace que en Colombia podamos encontrar multitud de destinos protegidos, entre ellos, 44 parques nacionales naturales y 12 santuarios de flora y fauna. De los cuales lamentablemente la inmensa mayoría de colombianos desconoce no solo su existencia, sino lo que es peor aún, no se tiene conciencia de su valor y de la urgente necesidad de comprometernos y responsabilizarnos masivamente en protegerlos, denunciando ante las autoridades locales, regionales y nacionales, cualquier tipo de acciones que observemos atentando contra sus ecosistemas.
La magnitud en el desconocimiento de la importancia que revisten estos parques para la preservación de sus recursos naturales, la lucha en contra del cambio climático y la desforestación incontrolada es lo que motiva que en esta colaboración me refiera sucintamente a los considerados como los más destacados:
El Parque Nacional Natural Tayrona. Se trata de una extensa área protegida donde predominan las playas paradisíacas y las zonas de selva casi virgen, y que cuenta con una gran biodiversidad, se caracteriza por su paisaje tropical, y sirve de hábitat para especies de mamíferos como el jaguar, el ocelote o el tigrillo. Además, dentro del parque se pueden encontrar las ruinas del Pueblito Chairama, un asentamiento de la tribu precolombina Tayrona.
El Parque Nacional Sierra Nevada de Santa Marta, designado como Reserva de la Biosfera y Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, debido a su patrimonio arqueológico, está formado en su mayoría por zonas de bosque húmedo higrofítico, y sus condiciones climáticas aisladas han hecho que se desarrollen en su espacio especies endémicas de flora y fauna que no pueden encontrarse en ninguna otra parte del mundo.
El del Valle del Cocora, un parque natural ubicado en el departamento de Quindío. Es conocido sobre todo por una especie arbórea que habita en sus cerros: la palma de cera. El Parque Nacional Natural Serranía de la Macarena, es un punto de encuentro de tres de las principales áreas naturales de Colombia: andina, amazónica y orinocense. En este parque se encuentran ecosistemas como selvas húmedas, bosques inundables o sabana amazónica. Es más conocido por el Caño Cristales, un río que recibe múltiples nombres: el río de los dioses, el río de los siete colores o el arcoíris que se derritió.
El Parque Nacional Amacayacu, esta reserva natural se ubica en el sur de Colombia, próximo al río Amazonas, y es hogar de especies únicas de fauna y flora como el tití leoncito, el primate más pequeño de América, o la flor de loto más grande del mundo. En este espacio viven hasta doce especies diferentes de primates, y alberga el mayor número de reptiles de todo el país.
En el Parque Nacional de Los Nevados se encuentran algunos de los picos más importantes de Colombia, como el Nevado del Ruiz, el Nevado del Tolima o el Nevado de Santa Isabel. Se trata de uno de los mayores complejos volcánicos del país, con seis estratovolcanes que alcanzan los 4600 metros de altitud.
El Parque Nacional Natural Uramba Bahía Málaga, esta bahía de aguas tranquilas del océano Pacífico ofrece uno de los más bellos espectáculos de la naturaleza: la migración de las ballenas jorobadas. Dentro del área del parque pueden realizarse también paseos en kayak o rutas de senderismo por alguno de sus puntos de interés como la playa de Ladrilleros o los arrecifes de Negritos. El Páramo de Sumapaz. Se distingue porque es el páramo más grande del mundo.
El Parque Nacional del Chicamocha, también conocido como Panachi, es un parque natural reconvertido en parque ecoturístico.
El Parque Nacional Natural Güicán, Cocuy y Chita, formado por 25 picos blancos cubiertos de nieve y hielo, distribuidos en dos cordilleras, es la masa glaciar más grande del país y es reserva natural con un lugar sagrado para la tribu indígena UWA, cuyo territorio se ubica dentro del parque.
El Parque Nacional Natural Serranía de Chiribiquete, junto con el Parque Nacional Natural Yaigojé Apaporis, propenden por la protección de tres distritos biogeográficos y en 4 centros de endemismo de las Provincias biogeográficas de la Guyana y la Amazonia.
*Rafael Robles Solano Secretario Ejecutivo LIDERESOCIAL. lideresocial@hotmail.com