Francisco Javier Vásquez Asencio

Por: Francisco Javier Vásquez Atencio*

Las manchas verdes que por fortuna aún tenemos en nuestros territorios, unas mejor conservadas que otras, son una fortaleza, lo que debemos y estamos en la obligación todos de ratificarlo y ponerlo en valor, traducirlo en apoyo a zonas forestales que permitan impulsar su función en la lucha contra el cambio climático y contra la despoblación, impulsar que se estudie el establecimiento de ayudas y compensaciones económicas para su conservación y de paso fortalecer la convivencia actividad humana, medio ambiente, entorno natural y la responsabilidad con las generaciones por venir, lo que nos hará prosperar y ser pueblos pujantes y emprendedores, en el saber que la naturaleza provee y da vida.

Todo esfuerzo que se haga y hagamos es poco para contribuir y coadyuvar a salvar nuestro entorno, nuestra salud ambiental, por ello no debe cansarnos insistir en que cualquier operativo de gestión sobre la naturaleza nos parecerá poco. Cualquier inversión en preparar cualquier posible emergencia parecerá insuficiente. Hay mil asuntos en los que poder recortar recursos para destinarlo al cuidado de nuestro medioambiente, cuidarlo y facilitar su aprovechamiento forestal, que es indudablemente la mejor forma de protegerlo.

Estoy convencido que de las medidas que gubernamentalmente se implanten, implementen y las que tomemos nosotros impedirá que se siga menoscabando de manera criminal la verde naturaleza que nos queda y debemos extender, so pena de caer en una penosa desertización falta de medidas adecuadas y preocuparnos más por lo menos que de las necesidades de la masa forestal que poseemos y cuidar debemos. Es el medioambiente un gran escalón de preocupaciones que debería concitar y atender el gobierno. Gestionar e invertir en la coordinación con las entidades locales y con los sectores económicos en esta materia debe ser prioridad, como también el diálogo social que ayuda en este propósito, por cuanto importa la defensa y preservación de nuestro ambiente por encima de la política, los políticos y de lo que sea necesario, toda vez que lo cual es un imperativo de las generaciones presentes, por venir y es clamor que no podemos dejar de escuchar bajo circunstancia alguno.

Actualmente para fundar los amplios principios que deben presidir la vida de las sociedades organizadas y en vía de progreso, es necesario salvaguardar el medio ambiente y de dar a las personas los derechos que esto trae consigo al ser un derecho fundamental como colectivo de naturaleza social, al igual que un servicio público a cargo del Estado y como específico deber suyo, la atención al saneamiento ambiental, que debe obedecer a los principios de eficiencia, universalidad y solidaridad; no obstante, el verdadero cambio y la protección de este recurso más depende de la sociedad; puesto que si bien es un derecho y eso es claro, más aún es un deber, depende de nosotros si acabamos o no con lo que tenemos, si legamos al futuro un mundo para vivir, aunque tengamos que recurrir a los mecanismos jurídicos que nos ofrece el Estado para hacer prevalecer estos derechos, puesto que no es solo el presente, el ahora lo que nos debe inquietar, sino el porvenir lo que esencialmente nos debe mover a cuidarlo y preservarlo por bien propio y de la humanidad.

*Francisco Javier Vásquez Atencio. francisco.vasquez.atencio75@gmail.com @franvasquez06 Administrador de Empresas. Especializado en Recursos Humanos. Especializado y Magister en Gerencia Social

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