Ruben Darío Ceballos Mendoza - jurista

Por: Rubén Darío Ceballos Mendoza*

Definitivamente los temas muchos que están hoy en el debate público del país y que serían prolijo enumerarlos, plantean definiciones de suyo fundamentales para nuestro porvenir, toda vez que se hallan en mares de creciente como desbordante incertidumbre, que imponen, por lo fundamental de los mismos, retos mayúsculos, reflexiones máximas y repensar al país en medio de un contexto muy complejo, que advierto desde ya, veo con muy pocas posibilidades que se generen consensos, si no se llama a concertación, unidad y convergencia, entre otros edificantes acercamientos y necesarias concordias.

🔹Repensarnos, reconstruirnos y más construirnos para transformarnos

Tiene el país que construir una verdadera unidad, no queda de otra si en verdad se quiere avanzar por caminos de progreso, por lo que se impone una reflexión integral del significado de lo demanda la población, debiendo quedar atrás todo viso de polémica sobre insustancialidades que a nada conducen, o mejor, conducen a polarizaciones perniciosas y perversas que no hacen cosa distinta que exaltar los ánimos en detrimento de una convivencia y civilidad que es importante, necesario y por demás urgente consolidar.

Solucionar violencia, inseguridad, corrupción, impunidad, hambre, inversión social, educación, salud, infraestructura, ambiente, desarrollo agropecuario, crecimiento económico, y demás otros aspectos de significativa importancia para un integral progreso, son necesarios sobremanera, camino a establecer una sociedad sólida que cuente de manera perfectible con la responsabilidad y el compromisos de sus gobernantes en los más de sus partes, logros y realizaciones, para cambiar así el tipo de avances materiales y en democracia que queremos para el país.

Una completa reflexión de todos los temas que tenemos a debe, implica partir de reconocer que nuestra sociedad es fuerte por su pluralidad, que no se reduce a caprichos, que merece de nuevos esquemas para su fortalecimiento, que el equilibrio de poderes implica fortalecer contrapesos para construir consensos, transformar, fortalecer y optar por los senderos mejores que nos lleven al puerto seguro de un integral progreso, en lo que se debe tener en cuenta que los cambios deben darse con el consenso de todas las fuerzas políticas y no a través de imposiciones que por sí mismas manchan lo que debe ser un proyecto de nación con políticas revisadas a fondo y consensuadas en beneficio de comunidad.

Enfrentar los grandes y graves problemas de fondo del país requerimos de una actitud distinta por parte de todos, gobierno, partido, gremios, academia, profesionales, asociaciones y las demás otras fuerzas vivas que actúan e interactúan en el territorio patrio, en la seguridad de mejorar y construir acuerdos. La gran tarea es repensarnos, reconstruirnos y más construirnos para transformarnos sin acciones fallidas y sin polarizaciones, que dañan la institucionalidad, la convivencia y frenan todo positivo avance que mancomunadamente podríamos potenciar.


Rubén Darío Ceballos Mendoza. Jurista rubenceballos56@gmail.com

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