Ruben Darío Ceballos Mendoza - jurista

Por: Rubén Darío Ceballos Mendoza*

Cumple el espacio público con sinnúmero de funciones en la moderna sociedad urbana, que permiten el desarrollo de la cultura, la recreación personal y colectiva, el desarrollo físico, el encuentro y la interacción con otros miembros de la sociedad, entre muchas otras. Su estudio permite conocer la historia y la cultura de una urbe, sus problemáticas sociales que la vida en la ciudad implica, por ser lugares dónde múltiples fenómenos sociales convergen y se desencadenan. En positivo, la apropiación y recreación; y en negativo, delincuencia, inseguridad, así como pueden reflejar la pobreza o riqueza de una zona, así como la cultura, los principales intereses de la ciudadanía, la inequidad y la estratificación social.

Importante en todo caso es ocuparse de su análisis para mostrar las necesidades citadinas y de las personas que la habitan, lo que impone una estrategia dirigida a un integral mejoramiento urbano; vale decir, en la gran urbe como en los barrios, lo que requiere programas y proyectos de espacios que consideren dimensiones físicas, espaciales, sociales y culturales entre otras. Esto es, espacios que en su diseño, construcción y gestión tomen en cuenta las demandas de los involucrados, y respondan a los desafíos de la vida urbana como es desarrollar estrategias y cambios al sistema actual que permitan la inclusión de grupos y personas que no cuentan con un fácil acceso a dichos espacios, así como garantizar en ellos mayor seguridad y calidad.

Debe proponerse en ese derrotero, la implementación de políticas de creación de espacios que ayuden a superar la inequidad, al derecho de espacios para la recreación, impulsar la participación y la heterogeneidad local, la comunicación entre grupos y organizaciones, así como a la identificación de la personas con sus lugares de origen. Es en síntesis, renovar sentido de pertenencia, identidad, y tradición que permita la existencia de un mayor interés por parte de los ciudadanos respecto de atender, cuidar y exigir espacios para la recreación y demás otras actividades que en ellos puedan tener lugar.

Apropiarse la ciudadanía de determinados y ya característicos espacios públicos para la realización de distintas actividades, es un factor de importancia que puede llegar a interesar a los demás por participar en ellas o realizar las suyas propias y a su vez permita llamar la atención de las autoridades en sus diferentes niveles, por hacer llegar este tipo de espacios y en ellos sean posibles deporte, cultura y el esparcimiento a personas que no cuentan con los medios para hacerlo o alcanzarlo, o donde la delincuencia, descuido y falta de éstos no permite que dichas actividades se realicen.

Hoy por hoy ciudades y vida moderna llevan a las personas a llevar una vida presurosa, focalizada en su labor, a la vida en autos y a invertir el tiempo libre en compras y tecnología; no obstante, a través de la apropiación de espacios públicos por parte de los ciudadanos, podemos observar que existe la necesidad de recreación al aire libre y para realizar actividades varias; más, cuando la Recreación ha adquirido un valioso reconocimiento e importancia en la vida del hombre actual, que invita a procurar una vía para alcanzar los mejores resultados en la bondad de hacer llegar sus provechos a todos los seres humanos, independientemente de antecedentes; sean estos históricos, sociales, económicos, educativos, artísticos y tecnológicos.

Importa en todo caso, apropiarse de los espacios públicos y darle sentido de pertenencia mediante la búsqueda de espacios que satisfaga necesidades y las demandas que se tengan sobre este especial particular.

Rubén Darío Ceballos Mendoza. rubenceballos56@gmail.com *Jurista

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