Por: José Manuel Herrera Brito*
Definitivamente una de las mediciones que mejor evalúa el malestar ciudadano en torno a cualquier cuestión que les afecta en su vida cotidiana es la queja que transmiten, donde denuncian la acumulación de insatisfacciones, señal inequívoca que algo pasa, que algo no funciona o no está funcionando bien y lejos se encuentra lo cual de lo que se requiere para hacer la vida más cómoda y poder continuar en sendas de progreso.
Razones las dichas para que nuestros políticos se preocupen por sacar adelante los grandes proyectos, pero que no se confundan, puesto que la ciudadanía los va a valorar por saber gestionar todas las cosas, desde lo más pequeño a lo más grande, que es lo mínimo que deben hacer. Es que se domine al menos lo básico, de modo que den con la clave para que municipios y comunidad se encuentren a satisfacción.
Es plantear aportes, estar a tono con las ciencias sociales y la comunicación que se debe a los asociados, con la esperanza que sirvan a la discusión y la reflexión de lo que es importante en materia, método, estrategia y propuesta que, imaginamos debe ser más investigada. Es ir más allá, es tener elementos de juicio para intentar explorar los problemas existentes, las representaciones, los imaginarios como factor constituyente o articulador de la cultura y la sociedad contemporánea. Es plantearnos acercamientos a lo social y a lo político.
Igualmente, enrutarse en el dominio de la política, constatar que con ella es dable poder ir más allá de la noción de política en sí misma, toda vez que la disciplina entera de la ciencia política nos da las respuestas que requerimos; y dependiendo, es claro que la política puede, no solamente, incluir todos los actores políticos oficiales o no oficiales, sucesos, encuentros, escenarios, acciones y discursos, del mismo modo, y más abstractamente, procesos políticos, sistemas políticos, ideologías políticas, y las relaciones políticas grupales tales como poder, inequidad, desigualdad, hegemonía y opresión. En todos estos casos, no solamente se involucra actores políticos, sucesos, relaciones, prácticas o propiedades, sino también lo social, lo económico y lo cultural.
A fin de enunciar las consecuencias de tal caracterización sobre el dominio de la política, importa señalar algunas de sus propiedades más relevantes de los contextos políticos, como los conjuntos mayores de criterios, para distinguir lo político de otras formas discursivas, siendo meta valida y provechosa seleccionar en beneficio colectivo lo más congruente para la definición de lo políticamente básico en texto y contexto; esto es, entenderla como el conjunto de actividades que se asocian con la toma de decisiones en grupo, u otras formas de relaciones de poder entre individuos, como la distribución de recursos o el estatus; como arte, doctrina o práctica referente al gobierno de los Estados, promoviendo la participación ciudadana al poseer la capacidad de distribuir y ejecutar el poder según sea necesario para garantizar el bien común en la sociedad; al tiempo que puede usarse positivamente en el contexto de una solución política que sea comprometedora y no violenta, o descriptivamente como el arte o la ciencia del gobierno. 📧saramara7@gmail.com