SAÚL ALFONSO HERRERA HENRÍQUEZ

Por: Saúl Alfonso Herrera Henríquez*

Se asoma con alguna notoriedad la campaña electoral en Santa Marta y el Magdalena, misma que empieza a inundar (o anegar para estar a tono con las lluvias del momento) la actualidad política en toda nuestra geografía de una manera significativa, debido a que es cierto que todas las fuerzas políticas se juegan mucho para su futuro y, también, porque la capacidad de irradiar en los medios lo que pasa es de suyo impresionante.

Importa para todos que esta campaña que llevará a sus respectivos solios y curules gobernadores, alcaldes, diputados concejales y ediles, no se olvide bajo punto de vista alguno de centrar los debates, los análisis y las propuestas, en torno a los enormes problemas que acusamos como barrios, comunas, localidades, municipios y departamento, entre ellos la siempre injusta inequidad, uno de los asuntos más importantes social económica y políticamente. Son los problemas de la inequidad los asuntos centrales en la sociedad tanto en la ciudad, nuestros municipios y departamento, como en el resto de la región Caribe, el país y el mundo.

Inequidad en el acceso a servicios esenciales como educación, sanidad o servicios sociales; inequidad entre hombres y mujeres, inequidad en el acceso al empleo o inequidad entre muchos jóvenes para acceder al mercado de trabajo. Hay muchos espacios de inequidad de lo que no hay duda, como también muchos riesgos para ampliar la brecha de inequidad, lo que es además de grave, peligroso.

Nada de lo aquí señalado, como tampoco los muchos y más otros problemas que padecemos deben estar ausentes en la campaña electoral toda vez que no debe ser posible, menos permitirse ni caber la posibilidad cierta de que sigan ausentes en la gestión del nuevo gobierno. Tenemos que tener más que claro que el grande asunto para el progreso y la cohesión social es el de la lucha frente a la inequidad, y es por ello que, a mí, la campaña electoral en la ciudad y el departamento no quiero que me produzca desazón, incertidumbre, desesperanza, como tampoco pesimismo; más si entusiasmo, ilusión, certezas, en la verdad que serán tratados a profundidad y con la inteligencia y soporte que ameritan, los más de los problemas que nos erosionan con prisa y sin pausa.

Vivimos tiempos difíciles y muy complicados en los que están en juego muchas expectativas de progreso, desarrollo, crecimiento y vida digna en amplios segmentos poblacionales, los cuales no serán fáciles de superar en sus dificultades existentes si no hay capacidad de generar debate social en torno a la inequidad, sus causas y posibles soluciones. Razones las dichas, entre muchas otras, por las que interesa y convendría aprender lecciones y, en el futuro, centrar la mira del trabajo político y social en torno al objetivo de trabajar de manera permanente, continua y constante contra la inequidad. No Pierdan señores candidatos, ni tampoco como ciudadanos perdamos de vista que trabajar contra la inequidad es un objetivo ético que tiene el apoyo de la inmensa mayoría social. No erremos en esta campaña ni en las campañas por venir sobre este especial particular, sería imperdonable y ojalá castigado por los sufragantes, de así acontecer.

*Abogado. Especializado en Gestión Pública. Derecho Administrativo y Contractual. saulherrera.h@gmail.com

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