Por: Valentina Sánchez Forero*
El foro «Economía Plateada: Un Mundo por Descubrir», organizado por el Diario La República en alianza con el Banco Popular, se convirtió en un escenario clave para discutir los retos y oportunidades que presenta el envejecimiento de la población. Con un foco en la inclusión social, el emprendimiento y la innovación tecnológica, el evento puso sobre la mesa datos reveladores y visiones frescas sobre cómo las personas mayores de 50 años están redefiniendo el concepto de envejecimiento en un país que verá a 25% de su población por encima de los 60 años para 2050.
«Más de 60% de las personas mayores siguen soñando con tener su propio emprendimiento, y cerca de 100% de estas personas se consideran emprendedoras». Así lo señaló Inmaculada Aragón, líder del Programa Mayores Digitales, quien presentó un panorama sobre la participación activa de las personas mayores en el ámbito del emprendimiento y explicó que es clave romper con el estereotipo de que la jubilación implica el fin de la actividad profesional. De acuerdo con Aragón, esta mentalidad emprendedora se ha visto impulsada, en parte, por la capacitación tecnológica que ofrece el Programa Mayores Digitales, que ha permitido a cientos de personas mayores ponerse al día con las nuevas herramientas digitales.
«En nuestra primera cohorte participaron cerca de 500 personas mayores de 40 años. El objetivo es mantener el contacto con su entorno a las personas de mayor edad con enfoque tecnológico y de emprendimiento», señaló Aragón. Este enfoque no solo abre nuevas oportunidades laborales, sino que también les permite seguir siendo parte activa de la sociedad. En cuanto a cómo las empresas están adaptándose a este nuevo escenario, Estefanía Grajales, fundadora de Aurora, subrayó el papel crucial que juegan las organizaciones en el bienestar de las personas mayores. «Nos hemos sentado a hablar con el sector empresarial. Las empresas tienen un gran reto allí», afirmó, destacando la importancia de romper con los mitos que generalizan la experiencia de la vejez. Grajales explicó que en Aurora se trabaja en «generar espacios de educación con las empresas, para que tengan herramientas que les permitan ofrecer más beneficios y posibilidades a las personas en su última etapa laboral».
Las expertas coincidieron en que la inclusión digital es fundamental para este grupo etario, ya que los conecta con su propósito de vida, mejora su bienestar y rompe con el aislamiento. «Nosotros teníamos que romper una frontera, porque dar una formación en herramientas digitales, siendo 100% virtual, era un reto grande. Nos dimos cuenta de que las personas mayores de 50 años no somos un único colectivo», añadió Aragón, subrayando que este grupo está dispuesto a desafiar paradigmas, como lo demuestra su creciente interés por aprender y utilizar nuevas tecnologías.
La educación continua para personas mayores no se limita a la alfabetización digital. Diego Mariño, director del Programa EF+50, dedicado a la enseñanza de un segundo idioma para personas mayores de 50 años, señaló cómo esta experiencia educativa ha ganado popularidad en los últimos años.
«El año anterior, el segmento de estudiantes mayores de 50 años representaba entre 5% y 7% del total de nuestros estudiantes. Este año, este porcentaje supera 20%, con un crecimiento de más de 56% en ese segmento», reveló Mariño, destacando cómo la enseñanza de idiomas está vinculada al deseo de continuar emprendiendo y seguir explorando nuevas oportunidades.
De acuerdo con Mariño, “el hecho de desarrollar aprendizajes continuos para los adultos mayores de 50 años mejora en 50% la memoria a corto plazo, reduce en 47% las posibilidades de sufrir demencia y mejora en 20% las funciones ejecutivas». Estos beneficios no solo impactan la vida personal de las personas mayores, sino que también aumentan su capacidad para seguir contribuyendo al desarrollo económico y social.
A lo largo del foro, los expertos subrayaron la necesidad de que el sector educativo, empresarial y gubernamental se alineen para generar más oportunidades para este creciente segmento poblacional. Grajales fue clara al señalar que «las universidades están presentando retos para llenar sus vacantes. En el último año, en Colombia se cerraron 560 colegios. Eso significa que en unos años las universidades no van a tener estudiantes. Este tema de la economía plateada cada vez va a tener un auge en el sector».
El crecimiento de la economía plateada en Colombia no solo implica atender las necesidades de una población mayor en cuanto a salud y bienestar, sino también aprovechar su deseo de seguir aprendiendo y emprendiendo. «Mayores Digitales inauguró el año pasado con un éxito de tener cerca de 500 mayores.Ahora estamos en la campaña de la siguiente cohorte, y seguro vamos a superar esos más de 500, porque queremos ser parte activa de la sociedad», explicó Aragón.
El foro concluyó con un llamado a la acción para que las instituciones y empresas vean en la economía plateada no solo un reto, sino una oportunidad. «Hay una oportunidad grande con las universidades. Es clave no solo empezar a mirar a esta población, sino también incluirla en la conversación», concluyó Grajales. *Comunicadora social. Periodista. Escritora. Columnista