Por: José Manuel Herrera Brito*

Inteligencia, sentido común y preocupación por el futuro del país y de sus ciudadanos, en atención a los cambios muchos y en todas las direcciones que el mundo registra, deberían ser motivo de estudio de todos nosotros y en tal derrotero presentar nuevas y mejores propuestas en materia de Educación. No podemos seguir enviando a los niños a la escuela a pasar el rato, tampoco aceptar que se reduzca el periodo de enseñanza / aprendizaje, sino a esforzarse en trabajar, atender, aprender, participar, para que sea por su trabajo evaluado, valorado, calificado como bueno o mejorable, y no dejar que se siga cayendo en la mediocridad en la que nos encontramos hoy.

Importa que a los alumnos se les enseñe bien, con autoridad, comprensión, eficacia y eficiencia, ya que cuando un estudiante aprende y descubre el sabor del saber, del conocimiento, encuentra diversión en lo que hace, en su trabajo bien hecho, aspecto que mucho tiene que ver con la pericia del docente y el esfuerzo propio. A la par de formar buenos alumnos, cabe que se formen buenos docentes, sabios en sus materias, entregados y bien remunerados social y económicamente, a fin que no sean solo entretenedores de aula y menos que se dediquen a ideologizar, otros de los problemas gigantes de la educación a lo que adiciona la eliminación de contenidos y asignaturas,

No se enseñan ya aspectos puntuales de la humanidad, ni se quiere enseñar lo que supusieron para el mundo grandes acuerdos, ni las más sesudas reflexiones de los grandes hombres que incidieron con creces en nuestro positivo desarrollo. Desaparecida está la filosofía y grandes periodos de la literatura universal para trocarlos por pésimas aportaciones de autores cargados de ideología.

Lo sustancial definitivamente debe volver a las aulas, estudiarlo, en la verdad que resultará vital para entendernos unos a otros y para desarrollar un pensamiento crítico de que nos ayude a hacer frente a las injusticias y exaltar los valores como debe y tiene que ser, camino a lo que realmente debe interesarnos, como es desarrollar pensamiento crítico y hacer todos frente a lo injusto, desafortunado y baladí, lo que impide que se formen mejor nuestros hijos, aprendan, progresen y no se le dé más oportunidad a la mediocridad.

Están formándose ejércitos de cerebros vacíos, sin formación ni pensamiento crítico, manipulables e indefensos ante la realidad, lo que es una catástrofe educativa por querer hacer de la educación una bandera de adoctrinamiento ideológico. Mayúsculo error y horror de horrores. saramara7@gmail.com