RAFAEL ROBLES SOLANO 2024

Por: Rafael Robles Solano*

En esta oportunidad, recojo un sentir preocupante y compartido por quienes nos impresionamos y avergonzamos con lo que viene aconteciendo por estas semanas y que son motivo de enormes de reproches y burlas, por la forma en que desde algunas trincheras sectarias, mejor conocidas hoy como bodegas, redes sociales y muchos otros medios de comunicación, que estimulados por los sectores más recalcitrantes de las extremas derechas, se confabulan para difundir y hacer eco, de todas las barbaridades que se les ocurren a los enemigos gratuitos del gobierno actual, quienes sin sonrojarse, exteriorizan sus rencores, odios y bajas pasiones en contra del Presidente y su entorno familiar, contribuyendo con estos mensajes, a aumentar la inconcebible polarización que actualmente fragmenta a la sociedad colombiana y que sigue siendo un factor de confrontaciones y violencias innecesarias.

Es comprensible que a muchos, no les agrade el mandatario actual, en particular por su militancia pasada en un grupo subversivo amnistiado por el Estado, pero eso no justifica aceptar las formas de como atacan la figura presidencial, su vida privada, sus facultades mentales, sus excentricidades y ahora, hasta su sexualidad; su matrimonio, sus hijos, su hermano, por no extender más su intimidad familiar y de los más cercanos a ellos, que ahora son vilipendiados sin los menores escrúpulos de sus autores, con conductas que sobrepasan la más mínima falta de respeto, evidenciando una carencia total de principios y valores de sus detractores, por la temeridad y los insultos groseros con que proceden, actos que en medio de otra clase de regímenes, serian totalmente reprimidos, condenados y sancionados, sin importar si con ello se violan o no las libertades de expresión y de prensa.

La tergiversación de la imagen del Presidente Petro como un comunista “Castro Chavista”, que pretende destruir el país y perpetuarse en el poder, es de tal magnitud, que hasta pretenden desconocer sus antecedentes políticos, en especial, sus históricas denuncias contra la corrupción y debates ejemplares ante el Congreso, basta recordar cuando puso en evidencia los fuertes vínculos de Senadores y Representantes con los paramilitares, muchos de los cuales perdieron sus curules y terminaron presos; los falsos positivos, que hoy tienen en jaque a muchos de sus autores y cómplices, que han pedido ser acogidos ante la JEP, denunciando sus crímenes de lesa humanidad; los escándalos de las chuzadas del extinto DAS, promovidos por la presidencia de ese entonces; las de Agro Ingreso Seguro, Odebrecht, Reficar, Fidupetrol, Interbolsa, etc., por solo citar los más importantes, sin embargo, ahora contrariando sus actuaciones precedentes, intentan señalarlo como auspiciador y coautor de esa clase de comportamientos corruptos, que carecen del menor asidero probatorio, como seguramente concluirán las investigaciones de las autoridades.

Lamentablemente para el gobierno de Petro, sus posturas sociales de cambios progresistas, representan para el estatus quo, la perdida de sus enormes privilegios y poderes económicos, de ahí, que se nieguen a considerar la aprobación de reformas como la salud, pensiones, laborales, educación, la agraria, ejes principales de sus propuestas y para tal fin, están alineados para oponerse a ellas en el Congreso, como viene aconteciendo, y además, utilizando a los medios masivos de comunicación o la gran prensa, de los cuales son sus dueños, como partidos de oposición para difundir relatos como el que motiva el presente artículo, donde se explota el morbo novelesco y pueril, por no calificarlo de otra forma, en clara violación de los principios orientadores del periodismo genuino, y ahora los dedican a ventilar información sesgada, que oculta la verdad, porque su difusión afecta y perjudica sus intereses económicos.

*Secretario Ejecutivo LIDERESOCIAL. lideresocial@hotmail.com

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