Enrique Herrera

Por Enrique Herrera @enriqueha

¡Las finanzas públicas  del Cesar están bajo ataque! Su economía también.

El asedio del gobierno nacional ha sido sistemático, lo mismo que, contadas excepciones, el silencio de la mayoría de la dirigencia cesarense.

El gobierno construyó un relato ideológico contra los combustibles fósiles que va  en contra de la evidencia y en el que el Cesar, ya comenzó a pagar los platos rotos. Y si bien, en principio, dato no mata relato, miremos unos datos para construir un relato. Uno veraz.

El 44% de la economía del Cesar es minera; Becerril, La Jagua de Ibirico, El Paso y Codazzi generan el 56% del PIB en el Cesar; Las NBl del Cesar han caído de 68,7% a 26,6% en 25 años;  y la economía del carbón impulsa el consumo  de bienes y servicios, promueve el ahorro, el capital y la inversión, es decir, mueve los circuitos de la economía privada.

El  Cesar es hoy un departamento minero y en un futuro debe ser muchas cosas más, incluida la minería. Puede ser, un proveedor de bienes y servicios ambientales y económicos al país, naturaleza, cultura, tradiciones, folklor, música, agro, turismo, prestador de servicios de salud, financieros, educativos y de energías limpias.

Se puede ser varias cosas al mismo tiempo.

Brasil, que tiene un presidente de izquierda que no es dogmático sino pragmático, busca, para el 2030, ser el sexto mayor productor de petróleo y el primero en energías renovables del G20. Brasil quiere ser un campeón del clima y un gigante petrolero.  No es una cosa o la otra. Son las dos cosas a la vez.

Colombia puede apuntarle a lo mismo, pero la cárcel del dogma de Petro, no lo deja. Lo cierto es que hoy, hay  que enfrentar, desde la argumentación técnica, la voz política, la evidencia y el contra-relato, el ataque a la economía cesarense.

Las medidas para asfixiar la economía departamental  han sido varias. Anoto 4 pero hay más. i) el no otorgamiento de los títulos que dejó Prodeco; ii) el decreto 044 de 2024 que otorga  poderes amplios al Ministerio de Ambiente para reservar áreas excluidas de la minería; iii) el proyecto de resolución que declara reservada un área de carácter temporal como zona de protección y desarrollo de los recursos naturales renovables y del medio ambiente, en Becerril, El Paso y La Jagua de Ibirico y iv) el decreto 1047 de 2024  que prohíbe  exportar carbón a Israel.   

El problema de hoy  -y hasta el 2026-  son dos. El primero, el  silencio de casi toda la dirigencia. Las crisis  -como la provocada por este gobierno- invitan a la reflexión pero también  nos obliga a tomar partido, a no dudar, a tener voz, porque el silencio no es ninguna  opción sino, es la peor decisión; el segundo, es que la política pública del gobierno no va a cambiar porque es un dogma y los dogmas se profesan, no transigen, no se  negocian, son inmodificables. Por eso, no esperen que cambien. Solo los cambian los golpes de realidad.

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