Blaicer moreno Ledezma

Por: Blaicer Moreno Ledezma*

Importante, además de prioritario, que se acentúen de manera decidida y decisiva los esfuerzos que necesarios sean en la comprensión, diagnóstico y propuestas de políticas en beneficio de la juventud, tales como desarrollo de capacidades, participación ciudadana, protagonismo en el integral desarrollo, protección a sus riesgos, inclusión social, empleo productivo y afirmación de sus identidades. Esfuerzos todos que individual y conjuntamente deben generar múltiples y jugosos frutos, en la verdad y realidad que es la juventud la fuerza del porvenir.

Para que la juventud tenga más incidencia en los procesos todos que hayan de adelantarse en la municipalidad en escenarios de convivencia, integración y cohesión social, es necesario articular una gran cantidad de información actualizada que permita comprender lo que pasa por dentro y por fuera de los jóvenes, lo que conduce a implantar e implementar un sistema de conocimiento con la puesta en funcionamiento de un observatorio que permita seguir múltiples variables municipales sobre la situación sociodemográfica y socioeconómica, a lo que agregar debamos capacitaciones, seminarios, talleres, conferencias y demás otros instructivos sobre los diversos temas que afectan a la población juvenil.

La juventud es un fenómeno para comprenderlo a cabalidad, no solo por cuanto constituye la edad crítica en la reproducción o reversión intergeneracional de las desigualdades que afectan la inclusión y exclusión social de las sociedades, sino por cuanto es el eslabón entre el presente y el futuro, la expresión de la solidaridad intergeneracional; toda vez que son las nuevas generaciones las que tendrán que enfrentar los desafíos que hoy se plantean con mayor énfasis en la senda del cambio estructural con igualdad y sostenibilidad ambiental.

Es claro que para el mundo actual urgen con más fuerza que nunca cambios y transformaciones estructurales en nuestra forma de producir, trabajar e innovar, mismas que requieren del protagonismo de la juventud; pues son los jóvenes quienes aportarán con sus renovadas capacidades para absorber y difundir el progreso técnico y emprender saltos inéditos en las formas de producir, organizar y comunicar.

Atender e invertir en la juventud es fundamental para darle sostenibilidad e impulsar dicho cambio y transformación estructural; y, es la juventud la que puede, más que ningún otro segmento poblacional, traducir capacidades en incrementos en la productividad con inclusión social. Los jóvenes somos los llamados a saldar la brecha crítica que hoy enfrentamos en el municipio en términos de rezago en conocimientos y sobre todo en el uso de talentos para recrear nuestra matriz productiva, ampliar oportunidades de empleo, enriquecer, fortalecer, potenciar y profundizar nuestra democracia.

Los jóvenes hoy, más que los adultos, estamos mucho más compenetrados con el uso de las nuevas tecnologías, especialmente en los ámbitos de la comunicación, la información y el aprendizaje, lo que es esencial en el paso hacia sociedades de información y conocimiento. Existe también un fuerte vínculo potencial entre la revolución tecnológica y las nuevas trayectorias que permiten armonizar el crecimiento con la sostenibilidad ambiental, como sucede en la medida en que aumenta la virtualización que ahorra materiales, energía y movimientos. El cambio tecnológico puede asumir una orientación donde los aumentos de productividad armonicen con las prioridades ambientales. Y son, precisamente, las nuevas generaciones de jóvenes quienes muestran mayor preocupación por las amenazas ambientales y climáticas, se movilizan en temas clave como la matriz energética o el agotamiento de recursos naturales, e incluso se conectan en redes en torno a estos temas que rebasan las fronteras locales, departamentales, regionales y nacionales.

Impone lo cual invertir en la juventud, apostar por quienes están más dispuestos a orientar los cambios productivos en un sentido consistente con los desafíos ambientales y climáticos que se plantean en el horizonte de mediano y largo plazo. Importa enfatizar que los cambios demográficos llevarán a nuestras sociedades por el camino del envejecimiento, lo que aumentará la urgencia de contar con generaciones activas más productivas. La actual fase de bono demográfico, con una disminución relativa de la población infantil y un aumento relativo de la población en edad de trabajar, hace propicio invertir en las capacidades de las nuevas generaciones.

*Blaicer Moreno Ledezma.Líder Juvenil. Dirigente Cívico. Empresario. Miembro de la Liga para el Desarrollo y la Rehabilitación Socio Cultural. morenoblaicer@gmail.com

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