Por: Ec. Esp. Omar Escobar
“En los primeros meses de 2022, el número de personas que se vieron forzadas a huir de la guerra, la violencia y la persecución en todo el mundo superó por primera ves los 100 millones” Acnur 2023. La misma entidad ha registrado desplazamiento de 7.7 millones de ucranianos a diversos países de Europa tras el conflicto ruso-ucraniano y hasta el 13 de febrero de 2023, se habían registrado 7.199 muertes de civiles en Ucrania y 11.756 heridos, según la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, pero cabe aclarar que ambos bandos se muestran reacios a publicar cifras militares oficiales.
Sin embargo, los conflictos actuales en el mundo, poco conocidos e informados por los medios de comunicación en 2023, son más mortíferos y están sucediendo justo en este momento:
Guerra de Yemen.
Desde la fundación del Islam como religión, la comunidad musulmana se divide en dos grandes ramas: los sunitas (90%) y los chiitas (10%): Arabia Saudí y el Estado Islámico (sunita) e Irán (Chiita)
Desde 2004, en Yemen surge un movimiento rebelde denominado houthi o hutíes-partidarios de Dios- con predominancia religiosa chií apoyados por Irán, en contra de la coalición Arabia Saudí y USA. La crisis política fue tan fuerte que el 27 de febrero de 2012, y después de tres décadas de ejercer un poder autocrático, el entonces presidente Alí Abdalá Salé tuvo que ceder el poder al vicepresidente General Mayor: Abd Rabbuh Mansur al-Hadi quien ataco fuertemente a los rebeldes houthis y a Al-Qaeda. Sin embargo, a inicio de 2015 los houthis, liderados por Abdul-Malik al-Houthi, tomaron el palacio presidencial, proclamaron la disolución del Parlamento, y arrestaron a Hadi quien afirmó que su renuncia había sido realizada bajo coacción.
Para 2015 dos fuerzas se disputan el gobierno, de un lado las fuerzas leales al gobierno de Al-Hadi, en contubernio con el grupo político y paramilitar al-Hirak o “separatistas del sur” y por otro, los hutíes y fuerzas leales al expresidente Salé. Pero en rio revuelto… también entra al-Qaeda, el Estado Islámico de Irak y el Levante, dando justificación a la intervención de los Estados Unidos a través de la “Operación Tormenta” apoyada en la coalición de los Estados árabes, liderada por Arabia Saudí. La fatídica estrategia militar del 25 de marzo de 2015 en contra de los rebeldes hutíes, presuntamente respaldados por Irán, arrasa por aire y tierra todo el territorio de Yemen… lamentablemente la mayor parte de las víctimas resultaron ser población civil, acto por el cual los hutíes en 2017, condenaron a muerte a al-Hadi por alta traición.
Amnistía Internacional (AI) denunció que se cometían crímenes de guerra contra la población civil de Yemen y que las fuerzas leales a Abd Rabbuh Mansur al-Hadi eran responsable en complicidad con Arabia saudita, EEUU, Francia y Reino Unido. Para finales de 2021, el número de muertes relacionadas con la guerra sería de 377.000, según la ONU, de los cuales el 60% no ha muerto por los ataques sino por sus efectos como el hambre y enfermedades que perfectamente podrían prevenirse, así mismo la ONU informa de 4 millones y medio de desplazados internos y 21 millones de personas que necesitan ayuda humanitaria. Se estima además que de seguir el conflicto para 2030 el total de muertes podría llegar a 1.3 millones y el número de personas desnutridas a 9,2 millones
Guerras Post-Pandemia:
Guerra de Myanmar (Birmania)
. Birmania es un país del sudeste asiático en donde no ha parado los conflictos desde su independencia en 1948 del Reino Unido y el gobierno bajo los militares, ha prevalecido por encima de la democracia. Ahora el 21 de febrero de 2021, nuevamente el ejército perpetuó otro golpe al presidente elegido democráticamente Win Myint. El ejercito de Birmania otorgó el poder al general Min A. Hlaing, quien no reconoció los resultados electorales por supuesto fraude en las elecciones de noviembre de 2020 en donde la Liga Nacional para la Democracia obtuvo 396 de los 476 escaños en el parlamento mientras que el partido de los militares PUSD solo obtuvo 33. Furiosos con el clamor del pueblo, hoy han sembrado el terror incendiando cientos de miles de viviendas civiles, ataques a la población con bombarderos, detenciones arbitrarias, tortura e incluso ejecuciones. A la fecha se contabilizan alrededor de un millón de personas se desplazan internamente huyendo de la represión mientras otros han formado las fuerzas de defensa del pueblo, una milicia civil integrada por jóvenes universitarios atrincherados en la selva. El golpe de estado se ha cobrado la vida de casi 3.000 personas y sigue en ascenso.
Este ha sido un verdadero genocidio llevado a cabo por décadas y que se intensificó a partir de 2017 a mano de los militares en contra de una minoría musulmana rohinyás en un país de mayoría budista no reconoció esta minoría que es considerada apátrida y la religión ha jugado un papel importante en este conflicto pues han existido movimientos nacionalistas budistas acusados de estar detrás de esta persecución. La junta militar además organizó campos de concentración para refugiados en el país en los que la comida, la atención médica y la falta de una educación digna, hace que la generación que está creciendo en esas condiciones se dé por perdida. Amnistía internacional denunció que empresas extranjeras entre las cuales Exxon proveen de combustible a los aviones que utiliza la junta para someter a la población, mientras que Rusia, China, India, Ucrania e Israel han estado vendiendo armas a Birmania y el Reino Unido como entrenador de militares.
Guerra en Etiopia.
La Región de Tigray o Tigré es una de las 10 regiones étnicas de Etiopía, su capital es Mekele. Se venía cuajando una enemistad entre los principales partidos políticos, el frente Democrático Revolucionario del Pueblo Etíope y el Frente de liberación Popular de Tigray (FLPT) pues el parlamento federal de Etiopía había sugerido señalar al FLPT como organización terrorista, pues cabe destacar la estrecha relación del primer ministro etíope Abiy Ahmed y el dictador de su vecino país Eritrea, Isaías Afewerki, considerado un enemigo de Tigray. Curiosamente, la negativa del gobierno etíope a reconocer los resultados de las elecciones locales y el bloqueo a Tigray en noviembre de 2020, llevan a que las fuerzas de Tigray se hicieron con el control de varias bases militares. Así surge un enfrentamiento civil entre las autoridades regionales y el gobierno federal que luego alcanzó dimensiones internacionales y es así como desde 2020 el ejército etíope es apoyado por Eritrea contra el frente popular para la liberación de Tigray.
El ejército entra arbitrariamente a las casas de los tigranios, les suspenden las cuentas bancarias. Los miembros de etnia tigrayan de las misiones de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas fueron desarmados y algunos obligados a volar de regreso a Etiopía, bajo riesgo de tortura o ejecución, según funcionarios de las Naciones Unidas.
Según las Naciones Unidas (ONU), unos 2,3 millones de niños se han visto privados de la ayuda y la asistencia humanitaria que se necesitan desesperadamente. En diciembre de 2020, la ONU estimó que más de un millón de personas habían sido desplazadas internamente por los combates. Más de 50.000 personas han huido a Sudán debido al conflicto. También se han notificado más de 136 casos de violación en hospitales de Mekelle, Ayder, Adigrat y Wukro, en el este de la región de Tigray. Es uno de los más mortales del siglo XXI, pues en apenas dos años se estiman más de 600.000 muertes. A finales de 2022 el gobierno etíope y las fuerzas de Tigray firmaron un acuerdo de paz bajo la mediación de la unión africana. Sin embargo, hay una clara intención del gobierno de que no se conozca con precisión lo que allí ocurre habiendo puesto en marcha un blackout informativo.
Conflictos en los que prevalece el poder militar, desconociendo procesos democráticos, pisando los derechos de los civiles, en especial de mujeres y niños que son los más afectados. Sólo en estos tres países, más de 6 millones de desplazados, igual al conflicto ruso-ucraniano pero con más de un millón de muertes, sin embargo, olvidados por los medios de comunicación, como olvidaron a Afganistán y a los 13.5 millones de refugiados sirios. Al parecer los medios son otros mercantes cuya prioridad es vender antes que informar.