Por: José Guillermo Claros Penna*

Clave es y será siempre positivo tener en exacta cuenta que ante decenios de problemas acumulados en el todo agropecuario del país, alzar con decisión y valentía la voz para que todos a una trabajemos por preservar al campo como esencia de país, fundamental en ruta al integral progreso de los pueblos; más, por cuanto durante centurias, nuestro campo colombiano no ha sido como ha debido ser, el pulso vital de una nación rica por su biodiversidad, diversidad de flora, fauna, tradiciones y cultura; además de deber ser esencia de una identidad que apunte real y verdaderamente a consolidar el sector agroalimentario como fuente cierta de trabajo y sustento económico del país.

Tenemos, caracterizadamente hablando que seguir levantando nuestra voz de protesta y auxilio, como ya hemos dicho, ante lustros de problemas acumulados. No es solo la falta de apoyos económicos, financiamiento o acceso a seguros lo que ha golpeado a nuestros agricultores; también el cambio climático, la falta de tecnología y la creciente inseguridad. El cambio climático nos golpea fuerte, las sequías prolongadas y las lluvias impredecibles afectan la producción agroalimentaria, mermando las cosechas y poniendo en jaque la subsistencia de familias que dependen del campo; además, la erosión de los suelos producto de fenómenos climáticos y prácticas extremas que comprometen la fertilidad de las tierras y el futuro de la producción.

Ciencia y tecnología facilitan soluciones ante estos desafíos, por lo cual deberían estar al alcance de todos, adicionando inversión y capacitación para implementarla eficazmente en el sector, siendo necesario de contera fortalecer su acceso, pues la distancia entre el sector tradicional y el tecnológico se ensancha, dejando a la zaga a quienes más lo necesitan. Adicionalmente, la inseguridad ha extendido su manto oscuro sobre el sector. Extorsiones, robo de cosechas y conflictos por doquier desmotivan y aterrorizan a los productores quienes, día a día enfrentan el dilema de abandonar sus raíces o arriesgarse en un ambiente hostil; además de las consecuencias que esto tiene en el incremento de precios de los productos.

Nuestro campo requiere más que un llamado a la acción para ni verlo sucumbir, reconocer su importancia como sector, solidarizarnos con quienes a pesar de todo siguen alimentándonos, de ahí que imponerse deba como tarea impulsar políticas públicas basadas en la ciencia y en la experiencia, promover la investigación y adaptación frente al cambio climático, facilitar el acceso a la tecnología y garantizar la seguridad en todas sus formas, en la realidad que requerimos una sociedad unida, informada y comprometida, que impulse un cambio de paradigma para mirar al campo con respeto, gratitud y compromiso por nuestra historia, identidad y porvenir. Es momento de actuar sin esperar que sea demasiado tarde, trabajar mancomunadamente, mantenernos, progresar y buscar triunfar juntos. joseguillermoclarospenna@autlook.com

*Profesional en Ciencia Militares. Administrador de Empresas. Abogado. Candidato a Doctor en Derecho

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