Por: Francisco Javier Vásquez Atencio*

Uno de los más graves problemas a los que se enfrentan los emprendedores (estilo de vida, cuestión de actitud y aptitud), quienes han sabido observar bien su entorno para encontrar oportunidades y soluciones innovadoras a problemas que otros no ven o no han sabido abordar, y quienes a partir de ideas sacan adelante por sus propios medios un proyecto en el que creen apasionadamente, buscan la manera de materializarlos y asumen los riesgos y consecuencias que esto significa…, es a la financiación, además de trabajar por despertar el interés de los clientes a quienes deben mantener, conseguir financiación favorable e intentar complacer a todos, son los principales grandes retos a los que se enfrentan y se considera deben ver los obstáculos; más no como un fracaso, sino como situación a superar.

El mundo está lleno de emprendedores que, tras un largo camino de fracasos y nuevos comienzos, han logrado el éxito, y si algo tienen en común, es que todo su imperio comenzó con una idea y preguntarse si es lo suficientemente ingeniosa, a quién se encuentra dirigida y si es o será posible comercializarla. El papel del emprendedor implica identificar una oportunidad de negocio, adquirir y desplegar los recursos requeridos para su explotación, diseñar y poner en marcha un plan de negocios, contratar los recursos humanos necesarios, asumir el liderazgo y hacerse responsable del éxito o fracaso de su proyecto.

El emprendedor debe asegurarse de ingresar el suficiente efectivo para mantener todo en funcionamiento. Generalmente, cuando un emprendedor acaba con poco efectivo es debido o a una desaceleración económica, a la quiebra de un cliente o porque los esfuerzos que se están invirtiendo en marketing no han sido suficientes. También puede darse el caso de tener al inicio una previsión económica que no se cumpla. En el caso de encontrarse en una situación en la que el efectivo escasea, su prioridad debe ser controlar el flujo de caja, también plantearse la opción de solicitar financiación externa.

Cuando se emprende un negocio y se empiezan a conseguir clientes, hay que tener presente que puede que haya clientes que se vayan y opten por otra empresa. Ante esas circunstancias, lo que hay que hacer es proporcionarle al cliente una razón para quedarse. Un descuento o nuevos servicios y productos podría ser un buen motivo. Además de eso, hay que saber que el cliente puede proporcionar al emprendedor una información muy valiosa sobre el mercado y la competencia.

Todo emprendedor debe tener en cuenta que, aunque lo quiera o lo pretenda, no siempre podrá contentar a todos. Cuando uno hace algo que le apasiona, es común pensar que la gente querrá lo que se les ofrezca. No obstante, podría darse el caso de clientes que se muestran indiferentes hacia cierta idea o persona. Esa falta de interés puede deberse a la ausencia de familiaridad o a la ignorancia, por lo que es importante descubrir la causa precisa para dar con la solución y ofrecer un producto o servicio que ilusione también al cliente.

* Francisco Javier Vásquez Atencio. Administrador de Empresas. Especializado en Recursos Humanos. Especializado y Magister en Gerencia Social. @franvasquez06. francisco.vasquez.atencio75@gmail.com