Por: Saúl Alfonso Herrera Henríquez*
Comunicar, en su sentido más amplio, significa difundir o intercambiar algo de lo que se tiene conocimiento, entre dos o más sujetos diferentes, estando íntimamente asociado al hecho de compartir información/ideas/sentimientos a través de los diferentes medios posibles para una comunicación efectiva; transmitir o propagar algo, y también, medio a través del cual se produce la conexión entre dos elementos; razones definitorias por lo que interesa e interesará siempre en beneficio comunitario, comunicar en positivo. Y no por el hecho de interactuar amablemente para contrarrestar las críticas, los ataques y el desinterés, por los temas neurálgicos o negativos, sino para mantener enterada a la opinión pública de lo que desde la administración se estructura, gesta, prospecta, gestiona, planifica, organiza, dirige, controla, ejecuta y gerencia; sin que ello traduzca distracción ninguna, ni ponerle cortina de humo a lo que realmente acontece en el gobierno, lo que debe ser objeto de control social y veeduría permanente por parte de todos y cada uno de los ciudadanos y demás fuerzas vivas que actúan e interactúan en el ámbito municipal.
No se trata de transformar lo negativo en positivo, lo que además de ser tramposo, no es cosa fácil, ni asunto que se logre en un día; sino resultado de un ejercicio diario, que implica una estrategia y no es ello lo que se requiere, sino de mantener informado en positivo a la ciudadanía toda, de los obstáculos que deben superarse y complican los avances, más cuando se ha recibido una administración plagada de desastres administrativos, económicos y demás otras irregularidades por todos conocidas y otras muchas que comienzan a apaárecer.
Hoy día que vivimos de polarización y un exceso de fuentes abiertas de comunicación, que no siempre difunden la verdad, ni corroboran sus fuentes, debemos tener como gobierno una amplia visión de nuestras audiencias, y contar con elementos para contrarrestar cualquier opinión o comentario adversos, especialmente cuando daño quieren generar soportados en bases para nada confiables, sino mentirosas y maliciosas.
Es comunicar para que se tenga por parte de la ciudadanía una perspectiva oficial, para que una ciudadanía participativamente activa ayude en la búsqueda y procura constante de oportunidades de crecimiento, ante los desafíos que existen y de seguro sobrevendrán como es de esperarse en todo devenir administrativo público; lo que obliga focalizarse en el aprendizaje constante y buscar lo positivo de cada situación, fundamental para dirigir una administración fundamentada en una estrategia de afirmación, progreso y mejoramiento permanente y continuo.
No es comunicar por comunicar, ni comunicar lo que nos agradaría escuchar, evaluar racionalmente, y partir de afirmaciones sobre lo bueno que traerá lo sucedido; sino comunicar en positivo para facilitar interacciones, ya que cuándo existe planeación , estrategia y acertar siempre se quiere, lo positivo se vuelve una constante que lleva a ganar confianza ante las audiencias y éstas a su vez se convierten en factor determinante que permite del corto al largo plazo avances ciertos y sólidos en las administraciones.
*Abogado. Columnista. Especializado en Gestión Pública. Derecho Administrativo y Contractual. Magister en Derecho Público. saulherrera.h@gmail.com