SAÚL ALFONSO HERRERA HENRÍQUEZ

Por: Saúl Alfonso Herrera Henríquez*

Evidente con mayúscula, las crisis de inseguridad e impunidad que se muestran crecientes y estamos enfrentando como país y que necesitan en importancia y urgencia una serie de iniciativas cuyo objetivo es sentar las bases para unos municipios y un país en verdadera paz, que no mentirosa como la que estamos viviendo, como tampoco a medias. Requerimos reformas legales contra la delincuencia común y organizada, en lo que es importante recordar que los índices de medición que nos cobija son abrumadores dada su incidencia; siendo extorsiones, homicidios dolosos y una cadena interminable de delitos que generan más inseguridad y zozobra en generalizado contexto.

La propuesta es irse de frente contra los delitos, para que sean investigados con los instrumentos idóneos y sancionados por las autoridades, además de reforzar un cuerpo policiaco de élite, con facultades especiales de investigación, monitoreo y rendición de cuentas; así como profundizar las políticas de prevención de la violencia, lo que requiere un compromiso integral y transversal, darle centralidad a la policía y rescatarla del criminal e inexplicable abandono en que se encuentra, más cuando debe entenderse que la atención a las causas que dan origen a la violencia es indispensable, debiéndose actuar ya mismo contra ellas, a fin que la ciudadanía no esté desprotegida ni en permanente estado de indefensión como se encuentra.

Las consecuencias de la negligente actitud del gobierno, ha significado la desarticulación de una necesaria visión sistemática para entender y atacar el problema de la inseguridad de manera completa, en la que cada componente, tanto del Estado como del gobierno, deben realizar sus funciones enfocándose en las tareas que deben ser consideradas prioritarias, para inhibir la falta de aplicación de las leyes en la que se encuentran diversas regiones.

Fundamental en todo lo cual, fortalecer las capacidades institucionales, estableciendo centros de seguridad, con un mismo y alto estándar de capacitación. De esa forma, se tendrá u cuerpo de policía bien formado, quienes deben ser bien pagados, contar con seguros de vida, gastos médicos y becas para sus hijos. Para lograrlo es necesario que temas como salud, economía, empleo, trabajo, cultura, deporte y entorno urbano sean adelantados con la misma visión. Si las cosas siguen realizándose como hasta ahora, los riesgos e incidencia de fenómenos criminales de todo tipo seguirán creciendo, lo que es injustificable a todas luces.

Se requiere, además, inversión en equipamiento e infraestructura que permita enfrentar en igualdad de circunstancias al crimen organizado, como también inversión en inteligencia y severos castigos a políticos y demás otros servidores públicos que pactan con los criminales en aras de ganar elecciones a como de lugar. Es convertirnos en generaciones presentes y futuras de paz, entendiendo que no son cifras, sino personas; y, que mientras la paz llega, los abrazos son para la familia, los amigos, y que las acciones firmes son contra quienes nos agreden en todas las formas y maneras.

*Saúl Alfonso Herrera Henríquez. saulherrera.h@gmail.com – Abogado. Especializado en Gestión Pública. Derecho Administrativo y Contractual

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