Francisco Vásquez Atencio*

Las condiciones de cambio se generan por decisiones o por crisis. La transformación, implica la creación de nuevas condiciones de vida que permitan una adaptación activa a las exigencias del entorno. En la actualidad tenemos varios desafíos latentes, que requieren de decisiones urgentes desde políticas públicas hasta cambios de hábitos en cada uno de nosotros, porque el tiempo apremia.

Se habla de que los otros cambien, no de que cambiemos, por ello no existe un involucramiento en el deseo de avanzar, se deja a otros que sean quienes se movilicen, porque muchos no quieren salir de su zona de confort, para tomar decisiones, tener la voluntad de transformarse y transformar. El cambio también puede generar desconfianza y algunos lo ven como amenaza, porque no conocen o no vislumbran nuevas alternativas dando paso a la expresión, mejor malo conocido que bueno por conocer. Estas causas y frenos del cambio se dan tras una visión individualista donde se impone el interés particular sobre el bien común.

Los actuales sistemas políticos, sociales, económicos y ambientales, pareciese que fueran a colapsar por falta de evidencia que garanticen su sostenibilidad. En muchos escenarios se está necesitando y exigiendo cambios. Si vamos a una escala organizacional, las estructuras, sistemas y procesos están en permanente cambio para alcanzar más productividad y efectividad. Ahora, la única constante es el cambio.

Cada año se celebra el día mundial del agua y se hace un llamado para lograr transformaciones urgentes frente a la escasez de este líquido prioritario y necesario para la vida. De acuerdo con datos de Naciones Unidas, en la actualidad más de 663 millones de personas viven sin suministro de agua potable cerca de su hogar, lo que les obliga a pasar horas trasladándose a fuentes lejanas, así como a hacer frente a problemas de salud debido al consumo contaminado de esta. Por otra parte, 2.300 millones de personas no tiene acceso a saneamiento, 31% de las escuelas no tienen acceso a agua potable y cada minuto, un recién nacido muere por infecciones causadas por falta de agua limpia.

Garantizar agua limpia y saneamiento es el sexto Objetivo de Desarrollo Sostenible, de la Agenda Mundial 2030. Esto implica entre otros aspectos evitar la contaminación incluso desde la fuente en los páramos, y tener más conciencia en el consumo moderado, donde cada gota cuenta, requiere cambios de hábitos inmediatos en cada habitante del mundo.

Se debe seguir fortaleciendo la confianza frente a las decisiones de cambio que se requieren sobre temas fundamentales del bien común. Las transformaciones se alcanzan con disposición, innovación e involucramiento además de contar con la capacidad de renovarse responsablemente al aceptar, adaptar, gestionar y llevar a la acción los cambios.

El nivel de involucramiento y participación que se requiere para transformar las necesidades apremiantes que tenemos como sociedad, esto implica conocer las fuerzas del entorno, innovar en las nuevas formas de vida y renovar los hábitos para llegar a grandes transformaciones que permitan cambiar el rumbo a la falta de sostenibilidad de la sociedad actual y vigente.

Para reflexionar: “Nadie sana siendo la misma persona, todo está en la transformación de querer hacer las cosas dentro de un entorno; para un cambio real”.

 francisco.vasquez.atencio75@gmail.com  @franvasquez06 

 Administrador de Empresas. Especializado en Recursos Humanos. Especializado y Magister en Gerencia Social

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