Momil, es por excelencia uno de los pueblos más antiguos del departamento de Córdoba, hoy, con 244 años de existencia. Hablar de su desarrollo urbano es enumerar una larga historia del territorio ocupado por la actual municipalidad, poseedor de un amplio legado cultural y centro arqueológico nacional, con una riqueza natural constituida por la inmensa Ciénaga Grande y el majestuoso Cerro Mohan, lugar donde la cultura Zenú , habito durante mucho tiempo alcanzando un grado relativamente alto de cultura y tecnología como se pudo desprender de las investigaciones realizadas por el antropólogo húngaro Gerard Reichel Dolmatoff, en su libro “Momil Excavaciones del Sinú”.
Su historia se remonta a 3.000 años atrás, cuando pobladores de esta cultura emigraron a otro lugar dejando todas sus pertenencias y con el correr de las aguas y el tiempo sus vestigios quedaron sepultados, cuyas piezas o fragmentos fueron hallados y sometidos a estudios, lo cual permitió diferenciar las dos etapas culturales que se dieron como son: Momil I y Momil II; donde se pudo observar el paso del cultivo de la yuca brava al cultivo del maíz y también evidencias que demostraron que la caza, la pesca y alfarería jugaron un papel importante en esa numerosa población. Encontrándose en ellas, un total de 300.000 fragmentos y cerámica, hueso, piedra y oro. Tinajas para almacenar la chicha, metales de piedra para moler el maíz, platos típicos pandos o budares, objetos líticos en concha, moluscos, vasos globulares de cuello estrecho, cazuelas, vasos hemisféricos de pintura policroma, vasijas trípode, pintaderas cilíndricas, pitos zoomorfos, adornos de doble cara, figuras humanas huecas y ornitológicas. Razón por la cual historiadores afirman que, estas piezas corresponden a una de las culturas más antigua de América, pertenecen a los Mohanes y hacen parte de la riqueza arqueológica de Momil.
Desafortunadamente, por no existir una organización que se encargue de la salvaguarda de todas estas riquezas patrimoniales, históricamente han sido saqueadas por personas que se han dedicado a excavar y encontrar las figuras precolombinas para venderlas a coleccionistas y otros. Se ha violentado el derecho histórico de atesorar en Momil, en su entorno, en su contexto toda la riqueza visible que existe en varios museos del país y en colecciones particulares y por lo menos se deben tener un conjunto de réplicas que en su territorio se muestre.
El pueblo de Momil, fue fundado el 17 de noviembre de 1776 por el enviado de la corona española, don Antonio de la Torre y Miranda, quién llego a estas legendarias tierras y lo organizó repartiendo terrenos a 808 familias pobres de la región. Inicialmente ésta población tomo el nombre de San José de Momil, debido a que, el conquistador Juan Caballero, se reunió con 400 indios libres en un lugar llamado Punta Mohan, sobre la Ciénaga Grande en 1702. Luego el 13 de junio de 1812, el fraile Francisco Abad de Ceballos, vino a cumplir la misión de catequizar a los pobladores y fundó la parroquia San Antonio de Padua, tomando la población el nombre de San Antonio de Momil, en honor a su Santo Patrono. Más tarde, el 21 de agosto de 1963 por medio de la ordenanza 021, se creó como municipio.
Desde entonces, se considera una extensa y basta región en donde la mayoría de sus viviendas ya no son de bahareque y palma, sino en concreto y con sofisticada y moderna arquitectura trayendo con ello, el progreso y la civilización de la comunidad momilera. Su principal actividad económica inicialmente fue la pesca, la agricultura, la ganadería; pero hoy, la artesanía y el comercio informal que se ha incrementado últimamente. Cuenta con todos los servicios públicos y de comunicación, con un palacio municipal, importantes centros educativos en el área urbana y rural, con dos centros de atención médica, la ESE-CAMU, y la Clínica de Manexca, un moderno puesto de policía, una parroquia, una sede bancaria, un pequeño cementerio, varios establecimientos comerciales, tres supermercados de cadena, un centro cultural, infraestructuras deportivas y con un parque en remodelación. Igualmente sitios turísticos y recreativos como la hermosa Ciénaga Grande, que en épocas de semana santa es visitada por nativos y foráneos que se reúnen para conversar y apreciar su imponente belleza y las Islas Mohán, sitio frecuentado por estudiantes y turistas para conocer de cerca el cementerio de esta cultura ancestral. Pero, lo más importante es su gente amable, cariñosa y hospitalaria.
Hoy, conscientes que, el municipio de Momil es un pueblo de raíces indígenas artesanal, se ha incrementado en sus habitantes la tradición de esta actividad ya que su principal material de trabajo es el barro negro extraído de la Ciénaga Grande y que una vez procesado utilizan para la elaboración de figuras y replicas muy similares a las piezas originales que comercializan en diferentes partes del país como medio de sustento para los artesanos y toda su familia.
Esther María Puche M.
Comunicadora Social – Periodista.
Universidad Autónoma del Caribe