Por: José Manuel Herrera Villa*
La creatividad, es la capacidad intrínseca de toda persona, utilizada para resolver problemas de forma original, conectando y relacionando ideas, conocimientos y marcos de referencia. No es exclusiva de unos pocos, sino que está presente en cada uno de nosotros, y su aplicación es esencial para encontrar soluciones innovadoras en diversos campos. Es un fenómeno que ha sido definido de muchas maneras a lo largo de la historia, pero en su esencia, se trata de la capacidad de pensar y crear de manera única y original. Lo que no tiene duda es que esta habilidad que todos poseemos (en mayor o menor medida) desempeña un papel fundamental en diversos aspectos de nuestras vidas.
Es evidente que los modelos de negocio cambian constantemente y la diferencia entre destacar o ser uno más se encuentra en cómo conectamos con las personas, por lo que debemos transformar cada interacción en una experiencia memorable, sobre todo por cuanto la esencia de un buen servicio al cliente radica en la empatía para entenderlo genuinamente, tener creatividad para sorprenderlo y darle una razón valedera para volver, puesto que no es solo seguir un manual de atención; sino de crear una historia única para cada persona que cruce nuestra puerta o ingrese a nuestra página o perfil. La creatividad no es exclusiva de los artistas o genios; es la herramienta de cualquiera que quiera marcar diferencia.
Un servicio al cliente impregnado de creatividad es lo que nos hace ser inolvidables. Los detalles pequeños, como recordar el nombre de un cliente o anticipar sus necesidades, pueden parecer triviales, pero juntos crean una experiencia que va más allá. La verdadera magia ocurre cuando logramos transformar una simple transacción en una relación significativa.
La atención al cliente en la mayoría de los casos es muy descuidada y tiene un largo camino por recorrer. La interacción con turistas o visitantes se convierte en una oportunidad para engañar, lo que es lamentable y contraproducente, ya que este actuar, este enfoque busca el beneficio inmediato, ignorando el impacto a largo plazo. La clave no está en exprimir al cliente sino en crear un vínculo que lo haga regresar. Ser creativos en nuestra vocación de servicio es hacer que cada persona que nos visita se sienta como en casa; es to es,m a sus anchas.
En el amor, la vida y los negocios, quienes se destacan no son los más fuertes ni los más inteligentes, sino aquellos que encuentran maneras creativas de conectar, ya sea resolviendo un problema de forma innovadora o añadiendo un toque personal a cada detalle, la creatividad nos da la capacidad de ofrecer algo que nadie más ofrece a veces inclusive a un menor costo: de ahí que marcar la diferencia no sea opcional, sino lo que nos permite prosperar en un mundo competitivo, puesto que la gente, como bien se dice, podrá olvidar lo que se dice, lo que se hace, pero nunca como se les hace sentir. Lo que los clientes digan de tu marca y la percepción que se lleven será la mejor inversión en publicidad. La creatividad, aplicada con empatía otorga trascendencia y credibilidad, más allá de cualquier estrategia de mercado.
Impone lo expuesto, crear conexiones emocionales para generar una indiscutible ventaja comparativa, lo que implica transformar cada interacción en una experiencia positiva y memorable que debe ponerse en práctica con urgencia, generando una interacción auténtica. Al final, se sostiene, todos buscamos lo mismo: sentirnos especiales, ser vistos y apreciados de una manera no genérica y ganar más que los impuestos que nos cobran. No perdamos nunca de vista que la creatividad es un concepto multidimensional que involucra la generación de ideas novedosas, la capacidad de relacionar conceptos de manera original y la habilidad de ver el mundo desde perspectivas diversas.
*Profesional en Administración y Finanzas. Especializado en Auditoría Integral. Proyectos de Desarrollo.
