Por: Redacción National Geographic
Los factores que llevaron al estallido de la Revolución francesa y el consiguiente declive de la monarquía fueron muchos, y supusieron la difusión de las ideas de la ilustración y un contexto de crisis política en el país. La Revolución francesa, que tuvo lugar entre 1789 y 1799, fue un período de gran agitación social y política en Francia que marcó un punto crucial en la historia de ese país y del mundo occidental, define la Enciclopedia de Historia Mundial, una enciclopedia online de referencia fundada en 2009. Este periodo se caracterizó por profundos cambios sociales y políticos que transformaron la estructura del país, lo que desencadenó el colapso de la monarquía y el nacimiento de la primera República Francesa, documenta la Enciclopedia.
Pero, ¿cuáles fueron sus orígenes y los motivos que llevaron a este suceso histórico? ¿Cuáles fueron las causas de la Revolución francesa? La Revolución francesa fue resultado de un conjunto de factores tanto generales como específicos y “tuvo su origen en problemas profundamente arraigados que el gobierno del rey Luis XVI de Francia (quien reinó de 1774 a 1792) no fue capaz de solucionar”, señala la fuente antes mencionada.
Según la Enciclopedia Britannica (la versión electrónica y completa de la más prestigiosa enciclopedia en lengua inglesa), entre los factores más relevantes que condujeron a este periodo histórico se encuentran:
Estructura social: el régimen feudal estaba debilitado, y una élite cada vez más numerosa y próspera de plebeyos ricos, compuesta por comerciantes, industriales y profesionales, aspiraba a obtener poder político.
Descontento campesino: los campesinos, muchos de los cuales poseían tierras, buscaban liberarse de los últimos vestigios del feudalismo para obtener los mismos derechos que los terratenientes.
Crecimiento demográfico: a partir de 1730, la mejora en las condiciones de vida redujo la mortalidad y provocó un aumento significativo de la población en Europa, especialmente en Francia, donde la demanda de alimentos y bienes se incrementó.
Inflación y crisis económica: la explotación de nuevas minas de oro en Brasil provocó un aumento generalizado de los precios en Europa, seguido por una desaceleración económica y crisis recurrentes desde 1770.
Difusión de ideas ilustradas: los philosophes (intelectuales que defendían las ideas de la Ilustración y la razón humana), como Montesquieu, Voltaire y Rousseau, influyeron en la sociedad educada, promoviendo ideas de reforma social y política.
Crisis política: las deudas generadas por las guerras del siglo XVIII llevaron a los gobernantes a intentar gravar a la nobleza y al clero, lo que provocó resistencia y tensiones políticas que contribuyeron al estallido de la Revolución.
Incapacidad de la monarquía: la monarquía francesa, percibida como incapaz de adaptarse a las nuevas presiones sociales y políticas, perdió legitimidad y fue incapaz de frenar el descontento generalizado.
De acuerdo con la Enciclopedia de Historia Mundial, la Revolución concluyó con la ascensión de Napoleón Bonaparte, y el comienzo de la era napoleónica. “Aunque la Revolución no pudo evitar que Francia volviera a caer en la autocracia, tuvo éxito en otros aspectos. Inspiró numerosas revoluciones en todo el mundo y contribuyó a dar forma a los conceptos modernos de Estado-nación, democracia occidental y derechos humanos”, concluye la fuente histórica.
*National Geographic