Por: María Fernández de Córdóva*
Susan Magsamen, directora del International Arts + Mind Lab e Ivy Ross, vicepresidenta de diseño de hardware en Google, exploran la intersección del bienestar, la neurociencia y las artes en un libro revolucionario.
¿Cómo te quedarías si tu médico de cabecera te recetara arte en lugar de paracetamol? La neuroestética es un campo de estudio emergente que fue definido por primera vez en 1999 por el neurobiólogo Semir Zeki. Sus investigaciones se centran en el estudio de cómo nuestro cerebro y nuestra biología cambian cuando se ven expuestas al arte. Uno de sus principales exponentes hoy en día es la profesora Susan Magsamen, directora del International Arts + Mind Lab en Instituto de Ciencias del Cerebro de la Facultad de Medicina Johns Hopkins. Coautora con Ivy Ross -vicepresidenta de diseño de productos de hardware en Google,- del libro Your Brain on Art: How the Arts Transform Us, lleva años estudiando el proceso por el que el arte amplifica nuestra salud física y mental, nos ayuda a aprender y a crear relaciones humanas profundas. «Las artes y las experiencias estéticas nos salvan», afirma.
¿QUÉ ES LA NEUROESTETICA? ASÍ TRANSFORMA EL ARTE TU CEREBRO. «Nacemos con 100.000 millones de neuronas», explica Magsamen. «Y entendemos y asimilamos el mundo a través de nuestros sentidos. El tacto, el olfato, el gusto, el oído -actualmente se cree que tenemos más de 50 sentidos, no solo 5- forman los sistemas sensoriales que encienden esas 100.000 millones de neuronas, y crean lo que se llama conexiones sinápticas. La transmisión sináptica es en realidad otra forma de decir que estas neuronas se conectan entre sí a nivel celular, y crean vías neuronales y esas neuronales. Las vías atraviesan todo el cerebro para conectar todos los diferentes sistemas y circuitos y realmente nos ayudan a aprender, crecer y movernos. Todas nuestras emociones están ahí gracias a las vías neuronales».
20 MINUTOS DE ARTE AL DÍA NOS AYUDAN A VIVIR MEJOR Y A SER MÁS FELICES. Magsamen recuerda la afición a tejer de su abuela como un ejemplo de las poderosas propiedades curativas del arte. «Mi abuela literalmente reconstruyó y volvió a unir su mundo tejiendo. Tejió para atravesar la muerte de su hija, las guerras mundiales, las alegrías y las tristezas- explica- Ahora sabemos que tejer es una actividad que calmar el sistema nervioso, ayuda al cerebro a crear conexiones que benefician a la memoria y nos permite a construir redes sociales». Según la experta en neuroestética, tanto la realización de actividades artísticas como pintar, tocar un instrumento musical, coser o visitar una exposición, asistir a un concierto… Todo es arte que te transforma. «El arte es tan importante para la salud y el bienestar como el sueño y la gente no lo sabe», afirma.
ARTE + HORMONAS DE LA FELICIDAD: PURA CATARSIS EMOCIONAL. Los movimientos rítmicos y repetitivos con las manos liberan serotonina, dopamina y oxitocina en el cerebro y alteran la actividad de las ondas cerebrales, lo que contribuye a crear en nosotros un estado más tranquilo y reflexivo. «Las artes desencadenan la liberación de neuroquímicos, hormonas y endorfinas que te ofrecen una liberación emocional. Cuando experimentas la realidad virtual, lees poesía o ficción, ves una película, escuchas una pieza musical o bailas, cambias biológicamente. Hay un intercambio neuroquímico que puede conducir a lo que Aristóteles llamó catarsis, o una liberación de emociones que te deja más conectado contigo mismo y con los demás después», explica Susan Magsamen.
ARTE + LONGEVIDAD: 45 MINUTOS DE ARTE AL MES PUEDE AYUDARTE A VIVIR 10 AÑOS MÁS. Mucha gente piensa en las artes como un simple entretenimiento, pero para esta experta son actividades esenciales para nuestra vida. La pintura, la danza, la escritura expresiva, etc. Tienen beneficios demostrados en nuestra salud emocional: nos ayudan a lidiar con el miedo y el sufrimiento de manera constructiva; aumenta nuestra empatía hacia los demás y nos ayuda a no sentirnos solos -«Leemos para saber que no estamos solos», decía ya C.S. Lewis- y nos hace más optimistas antes las adversidades al permitirnos entrenar nuestras emociones para las experiencias de la vida real. «Dedicar 45 minutos diarios al arte nos ayuda a reducir el estrés. Además, según la investigación de la autora, participar en una sola experiencia artística al mes puede extender su vida por 10 años», explica la autora.