JOSÉ MANUEL HERRERA BRITO

Por: José Manuel herrera Brito*

Ha fallecido una gran persona, padre, esposo, amigo (como lo fuera de mi padre Saúl Alfonso Herrera Medina, en trascendida hermandad), dirigente, líder y gran ciudadano, titulo máximo del que decía el Libertador Simón Bolívar, era el más grande al que un hombre de bien podía aspirar. Parte Wilson Solano Maiguel (1929-2023) al infinito eterno a estarse al lado del Todopoderoso en la bóveda celestial como bien merece, dado su ser, hacer y quehacer humano, cívico y político en su peregrinar terrenal. Profundo dolor ha causado su deceso en la comunidad samaria de la que fue uno de sus hijos predilectos, a la que sirvió con devoción sincera y total entrega como gerente de empresa, servidor público en su condición de concejal y Director de la Acción Comunal del Magdalena.

Constituye su partida una pérdida que lamentamos. Lamento cierto que responde a su ejemplo, virtudes, condición, pero también al deseo que siga prodigando su aporte y legado a la ciudad por siempre, como lo han hecho y seguramente lo harán perennemente los grandes hombres y mujeres nuestros. Dirigente destacado, hijo de una esforzada familia de clase media y quien fuera importante políticamente en el partido conservador bajo la superior orientación del Doctor Hugo Escobar Sierra, figura egregia erigida por decenios como el mejor congresista del país, grupo donde brillo con luz propia en el orden municipal, donde se permitió pensando constantemente en los intereses superiores de la ciudad y sus habitantes, allegar contribuciones sustanciales al trabajo comunitario y porque se hiciera lo mejor de manera integral en la administración pública en aprovechamiento y beneficio de la colectividad samaria toda.

Cumplió un papel de extraordinaria singularidad como concejal y presidente de dicha tribuna edilicia. Su criterio equilibrado, inspiración profundamente humanitaria, preocupación y ocupación constante por nuestros problemas, amor enorme por la ciudad y sus gentes, palabra fácil y consecuente, todo colaboró para hacer de su gesta una destacada labor en defensa de lo mejor que decía merecíamos como territorio.

Fue en su paso durante varios períodos por el concejo de Santa Marta un apoyo indispensable para las sucesivas administraciones municipales, en las que supo actuar y dar sus luces, siendo importante en alto grado su inspiración siempre relevante y necesaria en momentos difíciles. Ayudo con denuedo a enfrentar situaciones delicadas y difíciles, que con su consejo y sindéresis pudieron sortearse para bien, en atención a su gran capacidad de escucha, proponiendo, logrando acuerdos y creando consensos en su creencia infinita en la civilidad y la democracia. Fue una de sus enseñas llevar avante a la ciudad por la vía del diálogo, el encuentro y el debate esclarecedor.

Actuó en su trasegar con talento y gran disposición. Expresaba la enorme honra que sentía de representar a su ciudad, lo mismo que su compromiso para con ella y los suyos. Elevado era su significado del concepto de entrega a la comunidad y las grandes tareas que deben hacerse en su mejoramiento permanente y continuo. Además de sus dotes de ser humano magnífico y enriquecedor, están las de padre de familia y propulsor activo de la ciudad en todos sus campos. Dirigente de visión y responsabilidad que se hacía carne viva en la defensa de sus intereses más elevados, así como respecto de sus ideales, misión y excelencia que nos debíamos como ciudad. Definitivamente se comprometió con entrega, decisión y pasión incontenible por que se siguiera y no se parara nunca en continuar procurando ir construyendo la huella infinita de nuestra historia.

La última vez que con él hable, me expresó su esperanza en una Santa Marta mejor y superior, y que en ese propósito los samarios todos debíamos ser todo valor, solidaridad cooperación, valor, compromiso, responsabilidad, corresponsabilidad, altruismo, valor, decisión, entrega, y ser en consecuencia personas íntegras, plenas, realizadores de vida y llenos de valores humanistas. Te echaremos de menos sin duda, mientras deambulas por los nuevos orientes, sabremos siempre escuchar tu voz inconfundible, apreciar en la memoria tu mirada sincera, sentir tu corazón que seguirá palpitando fuerte y bellamente para todos quienes, como tú, hemos abrazado los principios más queridos en defensa del ideal humanista y el trasegar por los caminos mejores y superiores. Mi saludo fraternal a todos tus seres queridos. No olvidaremos jamás ni nunca tu gesta, tu aporte, tu ejemplo, tu entrega. A descansar amigo. Con tristeza solemne te deseo en unión de los míos, de quienes te conocieron y supieron de tu dimensión ciudadana, paz celestial. saramara7y@gmail.com

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