JOSÉ MANUEL HERRERA VILLA

Por: José Manuel Herrera Villa*

Extraordinaria debe ser la lucha que nos devuelva el país, al que adorna una grande mayoría de gente buena, creativa, productiva y trabajadora, así como una importante clase intelectual, cultural y empresarial, a efecto que no siga más secuestrado por la guerrilla, el narcotráfico, la corrupción y el crimen organizado, minoría criminal que pereciera su amo y señor. El país está perdido afirman muchos, sigue tomado por toda una gran serie de estos grupos irregulares, terroristas y criminales.

A Colombia, sí o sí, hay que recuperarla, eliminar de su faz a los movimientos extremistas, detenerlos mediante la ley y el uso legítimo de la fuerza; hacerlo de manera exitosa, con sus respectivos componentes en los que brille una muy buena estrategia militar y policial, una labor clave de la inteligencia y una ejecución acertada de la planificación realizada; pero por encima de esos elementos, todos sumamente importantísimos, que el más crucial sea la moral de las tropas, que es esa sensación de apoyo incondicional del superior hacia quien recibe la orden, comenzando por el mismísimo Jefe del Ejecutivo Central, quien debería ser el grande director de tan importante tarea.

Deben sentir nuestras fuerzas del orden el incondicional apoyo de sus líderes políticos y el corazón entero del pueblo colombiano respaldándolas, a lo que sumarse debe la sociedad entera, por ser ello una tarea en defensa de la patria, más por cuanto no hay duda qué nuestro pueblo aplaude, agradece y apoya incondicionalmente a su fuerza pública nuestras en esta lucha que no puede cejar ni por un instante. Será lo cual cada vez más exitoso, en la medida que este proceso y la clave del éxito, aquello que no se ve, no se escribe, ni se ordena; esto es, aquello que el soldado y el policía sienten solo si es real: el incondicional apoyo de todos sus superiores y del poder político, que no es solamente el Ejecutivo, sino el poder nacional, de todas las funciones del Estado.

La decisión es enfrentar con todo el peso de la ley y las armas a quienes amenazan la existencia misma de esta sociedad. El que no se sienta ese apoyo incondicional de toda la sociedad a esos uniformados que nos tienen que salvar sería el más peligroso de los mundos en el cual podríamos transitar; pues, si por este hecho no se logra el éxito, todos esos grupos se revestirán de una aureola de indestructibilidad y de invencibilidad, con lo cual saldrán fortalecidos, y nunca perdidos, lo que amenazará en mucho la supervivencia de la nación y de los colombianos; lo que3 impone que todas las funciones del Estado y los mandos de la Fuerza Pública les hagan sentir a esos que se juegan la vida por protegernos el apoyo irrestricto, para que cumplan el objetivo de rescatarnos en esta hora tan crítica para esta Colombia irredente que clama su definitiva redención con seguridad, convivencia, justicia y paz.

*Profesional en Administración y Finanzas. Especializado en Auditoría Integral. Formulación, Evaluación y Gerencia de Proyectos de Desarrollo

¿Cómo le pareció el artículo?
+1
0
+1
0
+1
0
+1
0
+1
0

Por editor

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *