Por: Saúl Alfonso Herrera Henríquez*

E.Mail.: saulherrera.h@gmail.com

Ser conducidos con seguridad y certeza es lo que anhelamos, aspiramos y esperamos como ciudadanos en nuestros municipios, departamento y país; y es lo que toda persona en cualquier lugar del mundo desea. Es algo a lo que aspiramos y de ello no me asiste la menor duda. Requerimos regionalmente de cambios y transformaciones positivas y reales en todos los ámbitos, y como individuos estamos dispuestos a aportar lo que a nuestro alcance esté, lo que toque hacer, en la verdad de sumar esfuerzos para superar las serias falencias y dificultades que arrastramos desde hace ya mucho tiempo, lo cual nos sigue llenando de vergüenza, pena propia y pena ajena.

No más mentiras por favor por parte de quienes nos gobiernan, quienes deben ser realistas y conscientes que mucho se le está debiendo a nuestros pobladores. Y si bien fuimos asaltados sorpresivamente por esta universal esta emergencia, como departamento quedamos desnudos no solo en lo sanitario sino en lo económico, social y ambiental, lo que ha determinado que nos llenemos de incertidumbre. Queda ahora innovar, reajustar, modificar, reestructurar, reconstruir, restaurar, caminar con seguridad, con certeza y evitar improvisar. Emprender nuevos caminos. Superar errores. Prepararnos mejor. Todo lo cual, apuntalado con un liderazgo cierto. Que no busque protagonismos absurdos. Pensado y actuado sobre las bases de nuestras propias realidades y necesidades, de lo que tenemos y adolecemos. Es en fin disponernos mejor.

Debemos y tenemos que hacer conciencia de lo incierto e inseguro. Ser igualmente conscientes que la pandemia continúa, que toca ser responsables y apuntar a sobrevivir. Pensar igualmente que estamos en un año pre-electoral, que se acercan nuevas elecciones, que empiezan a asomarse y sonar candidaturas. Nombres repetidos, algunos de advenedizos e improvisados que pretenden nuestra confianza y nosotros la esperanza de un mejor porvenir. Momentos son estos de ser racionales en verdad, no hacer caso a discursos hilarantes y demagógicos. Como seres sensatos, optar debemos por acudir al diálogo. Unirnos que no dividirnos en torno a causas comunes de relevancia y bienestar colectivo, para que así podamos escucharnos y entendernos respecto de escoger a los que mejor puedan representarnos. No repitamos más yerros que la historia nos cobrará y pagando estamos. Mientras ello acontece, la lucha contra la covid-19 debe continuar como responsabilidad individual observando todas las medidas de bioseguridad. La inmunización está aún lejos de alcanzarse y por ende se ser una realidad. Nada hay todavía conseguido. *Abogado. Especializado en Gestión Pública

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