JOSÉ MANUEL HERRERA VILLA- Profesional en Administración y Finanzas.

Por: José Manuel Herrera Villa*

Productividad es la relación existente entre el volumen total de producción y los recursos utilizados para alcanzar dicho nivel de producción, es decir la razón entre las salidas y las entradas. La empresa, es una unidad de organización dedicada a actividades industriales, mercantiles o de prestación de servicios con fines lucrativos, que lleva aparejado el vínculo indisoluble entre la misma y la sociedad en la que se desarrolla.

La medición de la productividad es un indicador de valor que permite saber si algo se está haciendo de la manera correcta y su uso permite determinar el avance de la empresa, al tiempo que ayuda a ver cuál es la posición con respecto a las metas fijadas por la organización y también una de las medidas más importantes para evaluar el trabajo humano, el nivel de desarrollo económico y la competitividad de la empresa, ya que cuando se tiene y gestiona un negocio, algo que no se puede perder de vista es su todo productivo; de ahí que cada empresario debe conocer y estar completamente familiarizado con las prácticas que pueden alterar este indicador hoy por hoy, así como también con los diferentes métodos y recursos generalmente utilizados para mejorarla.

La productividad es ese indicador económico que nos permite calcular y evaluar la capacidad que tiene una empresa de utilizar sus recursos disponibles para producir bienes o servicios rentables. Su cálculo nos permite ver cómo una empresa convierte insumos, como mano de obra, materiales, maquinaria y capital, en bienes y servicios o producción en un periodo de tiempo determinado. Es lo que mide el desempeño de una organización y las empresas pueden utilizarlo para evaluar su progreso.

Se calcula la productividad mediante un proceso básico de producción de cada empresa que parte del principio de la inversión de insumos, capital, mano de obra, tiempo (horas de trabajo) y maquinarias o equipos utilizados, con el fin de obtener un resultado al final del proceso de creación o transformación de bienes, servicios o productos rentables para la empresa. Calcular cómo es de productiva una empresa matemáticamente hablando, es hallar la relación existente entre la inversión de todos estos insumos y el producto final obtenido, lo cual se logra al presentar estos factores en unidades de medición cuantificable de forma numérica. Y esta relación la podemos calcular dividiendo el número de unidades producidas o los resultados obtenidos en el proceso productivo, entre las unidades que representan cada factor o recurso utilizado (humano, mecánico, financiero, o de tiempo), en la inversión realizada para obtener dichos resultados. De esta manera podremos calcular la productividad segmentada de los diferentes factores que intervienen en la producción y/o la productividad global de la organización.

Mejorar la productividad radica en obtener un incremento en la cantidad de los productos o servicios obtenidos manteniendo el mismo nivel de inversión y los mismos niveles de producción reduciendo las unidades de inversión. Cualquier cambio que traduzca un mejor aprovechamiento de los recursos de la empresa sin desmejorar los niveles de producción de bienes o servicios, podemos asumirlo como una mejora en este indicador. Es obtener mayor rendimiento con menor inversión. Existe una serie de aspectos que se deben tener en cuenta para mejorar la productividad de la empresa, aspectos ligados al desempeño de los diferentes factores que intervienen en su proceso productivo, pues el éxito de las empresas está directamente relacionado con sus niveles de productividad. La eficiencia con que se invierten sus recursos para producir bienes, el precio al que se pueden vender sus productos y la cantidad de productos que se pueden vender.

Para mejorar la productividad, se debe tener en primer lugar y muy en claro que es parte del proceso productivo, que como tal, genera ciertos costos a la organización. La buena noticia es que dichos costos que en muchos casos pueden parecer elevados a corto plazo traerán un incremento de la productividad generalmente del medio al largo plazo. Aunque en muchos casos, el resultado también se puede apreciar en el corto plazo y casi siempre mayor a la inversión realizada. Los cambios simples en el proceso de operación de las empresas a menudo pueden mejorar este indicador. Sin embargo, se pueden lograr los máximos beneficios mediante la implementación y el uso de nuevas tecnologías que, a su vez, pueden requerir nuevos equipos o software de computadora. Otro aspecto primordial es la formación y preparación del personal. Una mejor gestión del personal puede aumentar la productividad de forma importante. Y, por supuesto, no podemos pasar por alto la gestión de una buena dirección o gerencia.


*José Manuel Herrera Villa. Profesional en Administración y Finanzas. Especializado en Auditoría Integral. Formulación y Evaluación de Proyectos de Desarrollo. jomahevi@gmail.com

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