Por: Luis Cesar Pérez Gaitán*
Tarea inaplazable e irrenunciable por demás tiene que ser como un grande imperativo categórico, la consigna que no debe jamás ni nunca ser razonable que se imponga el pensamiento débil, a todas luces perjudicial y dañoso, al cual siempre y por siempre debe derrotarse abrumadoramente de la mano de un pensamiento fuerte en beneficio colectivo, en lo que tenemos que trabajar con brío y pies en tierra todos y cada uno de nosotros como ciudadanos y comunidad que queremos desarrollo, crecimiento, progreso, bienestar, e integral prosperidad, so pena de continuar sucumbiendo en desilusiones, desesperanzas y ningunas realizaciones.
No más aplazamiento de lo que bien y mejor merecemos como ciudadanos en democracias, no más gobiernos desgastantes, no más acciones y actuaciones ciudadanas cambiantes de manera periódica en rutas hacia lo malo y peor, cuando las perspectivas que nos debemos deben estar preñadas de miras altas, de miras superiores, encumbradas, sólidas y poderosas en provecho común, que no en favor y a merced de unos pocos. Hay que buscar el desalojo del poder, con un rechazo contundente y explícito de lo inconveniente para los intereses territoriales. Una reprobación que resulte perfectamente adecuada y traduzca la solución de las propias realidades y necesidades más sentidas, en concordancia con las demandas de la población.
Es apuntar como ciudadanía a significativas victorias. Pensar en superar las crisis que fueren y desgastan en materia grave. Tener clara la necesidad que no podemos seguir eclipsados por más retrasos ni retrocesos. Que requerimos ideas y propuestas vanguardistas. De superávit de organización. De capacidades mejores y de primera condición para seducir y atraer a nuevos militantes, cuadros y simpatizantes. De capacidad comunicativa, lo mismo que de una estrecha complicidad con los grandes designios e inquietudes sociales. Pensar en grande. Demostrar como sociedad altura de miras. Apoyar y dar respuesta cabal, rectilínea, contundente y clara al progreso que queremos y no limitarnos a capear el temporal sin conocer los senderos mejores por los que debemos transitar como pueblo con prisa y sin pausa. Es recuperarnos creativamente con pensamiento fuerte y válidas significaciones.
Tenemos que evitar las irresponsabilidades, optar por mejores caminos, hacer política inteligente en provecho de una sociedad para que se haga fuerte. Es caminar hacia mejores registros en todo sentido y a todo nivel. Recomponerse. Reconstituirse con amplios esquemas de poder donde la participación popular sea protagonista principal. Identificar las causas de nuestro quedado progreso. Proponer lo adecuado con vectores de futuro apropiados para cumplir el doble designio de resucitar y de aportar un cooperativo impulso a las salidas que requerimos, al tiempo de dar lugar a una reflexión intensa, profunda y creativa con toda la sociedad.
*Luis Cesar Pérez Gaitán. luisperez19-14@hotmail.com. Estudios en Administración de Empresa. Líder Indígena y comunitario. Empresario
