Rafael Robles Solano

Por: Rafael Robles Solano*

Concurren nuevos vientos y sorpresivos panoramas sobre los partidos políticos que se supone, entrarían a ser parte de la oposición al nuevo gobierno nacional. Con esta breve introducción llamo la atención a lo que se avizora, dejando constancia que si bien, esta situación no tiene por sí misma nada de cuestionable, no deja de ser significativo como se suele argumentar en algunos medios de comunicación, cuando aluden a la popular expresión justificativa para explicar y calificar el que: “la política es muy dinámica.”

Nada de malo tiene que en el proceso de revisión necesario que viene después de unas elecciones que conllevan el cambio de estilo y políticas tradicionales de gobierno, que los partidos que fueron adversarios del vencedor reacomoden sus estrategias y posturas. Lo insólito es que al parecer pese a las enormes diferencias personalistas que no programáticas, que caracterizaron a sus diferentes candidatos, estos en su totalidad hayan resultado renunciando a postularse como verdaderos partidos de oposición y plantear una especie de posiciones reflexivas, supeditando sus apoyos a que los proyectos del gobierno no vayan contra los principios institucionales del establecimiento.

¿Esta peculiaridad a la que me refiero puede explicarse como una instancia de madurez que concurre a dichos partidos? ¿O será que ante las circunstancias que se avecinan, es preferible o más práctico, participar del nuevo gobierno, sin exponer y menos comprometer sus posiciones burocráticas o sus restantes privilegios del pasado?

Lo único cierto es que el pueblo colombiano en su totalidad votó por EL CAMBIO, y eso lo tienen bien claro la totalidad de dirigentes políticos nacionales y regionales. De modo que retomando el tema que motiva estas líneas, vienen asumiendo posturas consecuentes con la nueva realidad social y económica del país.

Hecho que indiscutiblemente contribuirá a ir disminuyendo la enorme polarización que especialmente a dividido a Colombia en los cinco últimos lustros, en las que pasamos de los frustrados procesos de diálogos como los promovidos por el expresidente Andrés Pastrana, a los de la “seguridad democrática” que lamentablemente se convirtieron y degeneraron con el paso del tiempo, en fuente de horribles tragedias rurales, por las múltiples matanzas y desplazamientos forzados auspiciados desde ciertas instancias gubernamentales, por militares, contando con el respaldo y la financiación de muchos ganaderos, banqueros, industriales, etc., quienes terminaron confabulados con toda clase de grupos sediciosos al servicio de paramilitares y del narcotráfico, para apoderarse de inmensos territorios campesinos, como se viene ahora conociendo con el inicio de las denuncias contenidas en el llamado: INFORME FINAL, DE LA COMISIÓN PARA EL ESCLARECIMIENTO DE LA VERDAD, LA CONVIVENCIA Y LA NO REPETICIÓN, TITULADO: “CUANDO LOS PAJAROS NO CANTABAN.” Cuyos contenidos revisten un siniestro panorama con relatos dramáticos y espeluznantes, por la sevicia con la que actuaron la totalidad de los actores del conflicto. Informes que como es apenas obvio, ya salió a ser rechazado por todos aquellos que de una u otra forma, directa o indirectamente sienten que resultan involucrados y comprometidos por el alcance de los mismos problemática que abordaré más detenidamente en mis próximas colaboraciones.

Finalmente concluyo la presente, extendiendo mis congratulaciones a los partidos políticos que de una u otra forma terminarán en la oposición, por la altura mesurada de sus posturas, con la cual contribuyen decididamente a facilitar como expuse en mi artículo anterior, deponiendo los odios y rencores, por la reconciliación nacional.


*Rafael Robles. Secretario Ejecutivo LIDERESOCIAL. lideresocial@hotmail.com

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