Por: Rubén Darío Ceballos Mendoza*
Definitivamente en contexto de civilidad, interesará siempre y como causa que a todos concierna y beneficie, dialogar de manera permanente sobre las acciones de orden político desde lo local a lo internacional, pasando por lo departamental, regional y nacional, lo mismo que analizar a conciencia la situación de la democracia que en dichas latitudes se viva, lo que indudablemente facilitará el surgimiento de un mayor número de gobiernos y administraciones mejores y decentes, capaces de mantener la unidad de sus pueblos y con la alta mira de generar las requeridas y siempre bienvenidas transformaciones sociales, mediante el imperio de los acercamientos, la concordia, los consensos y los acuerdos que necesarios sean en dicho propósito, que no desde la óptica, imposiciones ni la fuerza de los gobiernos autoritarios, que no hacen cosa distinta que manejar insustanciales narrativas que comunican incertidumbre, al tiempo de distar en mucho del superior que traduce el hacer del progreso social e integral prosperidad, abismo este que no puede seguir siendo en detrimento poblacional.
Requeridos estamos de una realidad política que a todos nos beneficie, que desaparezcan inequidad y desigualdad, sean un pasado las crisis financieras, las insolvencias económicas y demás eventos que aunados a políticas inciertas sigan produciendo recesiones, desempleo y la caída de los ingresos de los trabajadores, lo que seguirá generando disminución de regímenes democráticos, dando lugar el surgimiento y entronización de políticas de odios y resentimiento, que contribuyen al crecimiento de gobiernos autoritarios.
Importa que hagamos causa común, hacerle frente desde lo digno y decoroso al retroceso democrático y al autoritarismo en un esfuerzo de pluralidad ciudadana, en ruta a garantizar para la democracia calidad y eficiencia, lo mismo que para defender los contrapesos institucionales, en lo que ciertamente ayuda la constitución y puesta en funcionamiento de organizaciones de la sociedad civil con causas y propósitos claramente definidos.
Propósitos los cuales tales como recurrir a mecanismos para recibir y procesar ideas ciudadanas para considerar, fomentar, impulsar y abanderar; presentar apuestas que permitan tender puentes efectivos gobierno/ciudadanía que propicien y creen las soluciones y oportunidades para mejorar de manera integral el bienestar de la sociedad, asegurando un futuro posible y deseable para las generaciones por venir; y, desarrollar el perfil de un nuevo ciudadano, que sea voluntario, líder, activista, gestor, responsable, solidario y concluyentemente comprometido.
Es, en suma de proyecciones y certezas, realizar un esfuerzo ciudadano del tamaño que necesario sea, pero merecedor y estimable de ser considerado, en la búsqueda y procura que se proyecten ciudadanos que con plena y activa conciencia, capaces sean de tomar las riendas y conducirnos a ese destino y mejor porvenir que clamamos y requerimos todos sin más aplazamientos.
*rubenceballos56@gmail.com -Jurista