Por: José Manuel Herrera Brito
Tenemos que ser como municipio, y ello debería ser un imperativo impositivo categórico, un amplio espacio de derechos y libertades para disfrutar y que expresar podamos en caracterizados elementos que ayuden a cambio y transformaciones ciertas, como son: honestidad (Ponerse en el lugar hipotético de la propia vida futura, y la de las generaciones pasadas y venideras, y elegir no hacer o decir nada que pueda mancillar el honor o la reputación de la familia; también, uno de los valores más importantes en la formación de la personalidad del niño al ser la base de relaciones personales en las que la proyección hacia el otro implica un afecto personal desinteresado y un respeto que se fortalece a través de las mismas interrelaciones.), austeridad (Cualidad de ser austero que consiste en renunciar a gastar dinero en determinadas cosas de las que podemos prescindir con el objetivo de disponer de ese dinero que no gastamos), visión social (Construcción simbólica estructurada por una sociedad en específico, por decirlo así, una combinación del subjetividades que posee su propio parámetro y prejuicio que va derivadas de sus relaciones internas y la visión que tenga su entorno. La realidad social es multiforme, por su multiplicidad en los factores y actores que son inherentes. Incluye el control que ejerce ante los individuos de manera social, así como también en sus valores que, aunque sean diferentes a los que algunas personas poseen se ven obligados a aceptar y hasta seguir.), innovación (Transformación de las ideas en riqueza y/o valor. Cuando se innova, se corre el riesgo de cometer errores.); y, eficacia (Capacidad para producir el efecto deseado o de ir bien para determinada cosa.).
Hemos de significar de manera relevante cambios y transformaciones, recuperar las rutas del progreso, desarrollo, crecimiento, productividad, competitividad, bienestar, prosperidad, esperanza. Materializar planes, proyectos y programas sociales y políticos en envergadura que nos representen positivamente. Procesos con grandes legados y políticas públicas ejemplares, como máximas expresiones de la esencia social. Consolidar el legado de ser el poder una forma de ejercerlo de la mejor manera, la vía para hacer labor a través del servicio público y preservar por todo el tiempo gobiernos que gobiernen realmente en provecho de todos; nunca de mafias políticas a través de socios, amigos o familiares; sin el fortalecimiento de cacicazgos que intimidan mediante el temor y el miedo, al igual que todo lo ejercen y controlan, incluidos los poderes de las ramas del poder público, construyendo y erigiendo un poder que avasalla todo cuanto a su paso encuentra, amén de ganar elecciones escrutando para sus propios intereses, lo que genera hartazgo social, inconformidad, desapego, incertidumbre, resignación a que las cosas no cambien y la siempre esperanzadora resistencia de pensar y actuar para lograr los cambios y transformaciones requeridas.
Los municipios deben ser siempre un proyecto, un todo en construcción que contenga en positivo las más diversas expresiones y representaciones de quienes los habitan, en la verdad que veremos en ellos mejores impulsos y grandes resultados, a tiempo de enriquecer prevención, seguridad, niñez, juventud, empleo, trabajo, emprendimiento, innovación, industria, ruralidad, inversión, movilidad, educación, salud, infraestructura, recreación, deporte, desarrollo, bienestar y todo cuanto importe integral prosperidad-
Nos muestra lo visto a las claras, nuestra afirmación consciente que importa e importarán siempre municipios proyectados, prospectados, en construcción permanente soportados en adecuadas estrategias, aunado lo cual con los ingredientes válidos y edificantes de saberlos gobernar, gestionar, gerenciar, hacer las cosas administrativas públicas bien y mejor, camino a consolidar ciudadanía y comunidad, lo que impone sin aplazamientos darnos la oportunidad de escoger mejor y ser más nosotros de cara a un superior porvenir para todos. saramara7@gmail.com
