LORENA ZEA MUÑOZ,

Por: Lorena Zea Muñoz*

Vital sin duda la economía verde para lograr, como con argumentos válidos sostienen importantes científicos universales, un cambio ambiental y social necesario en el mundo actual, al ser una de las estrategias globales para enfrentar las crisis económica y ambiental que sufren las sociedades contemporáneas y ser paradigma económico sobre el que se tienen grandes expectativas frente a los retos y desafíos de esta estrategia que cuenta dentro de sus objetivos la sustentabilidad, la erradicación de la pobreza y la inclusión de sectores sociales vulnerables. Amén que puede aportar al mantenimiento de un ambiente sano y al uso adecuado de los servicios ecosistémicos para las generaciones actuales y por venir.

Los últimos decenios han traído una serie de problemas e inconvenientes para la humanidad: cambio climático, escasez ambiental, crisis en sectores de vital importancia para el desarrollo (combustibles, alimentos y agua), y finalmente al sistema financiero y al conjunto de la economía mundial. La crisis económica y ambiental provienen de un mismo origen y se potencian recíprocamente debido al modelo económico actual, que busca beneficios a corto plazo sin considerar a los ecosistemas como bienes escasos, ni las consecuencias que se generan sobre el ambiente y la sociedad, también se afirma.

Como respuesta a la problemática que se afronta en la actualidad surge una nueva tendencia en la economía, la economía verde, que se ha visto favorecida, indudablemente, por las dificultades que afronta el paradigma económico predominante, debido a la crisis y fracasos del mercado que se generó durante el primer decenio del siglo XXI, la crisis financiera y económica de 2008. Sin embargo, al mismo tiempo se evidencia un mejor camino a seguir, un nuevo paradigma económico, el cual la obtención de la riqueza material no se ha de obtener a costa del incremento de los riesgos ambientales, la escases ecológica o la desigualdad social.

Este nuevo pensamiento económico busca estrategias para solucionar las diversas crisis que dificultaron el desarrollo de la sociedad mundial en los últimos. Las consecuencias del cambio climático, la crisis de los alimentos, la reciente crisis económica y financiera y los bajos índices en la lucha contra la pobreza, fueron factores importantes para la definición del concepto, al que contribuyeron las Naciones Unidas. El concepto de economía verde no reemplaza al de desarrollo sostenible, pero en la actualidad se reconoce que, para alcanzar la sostenibilidad, es necesario cambiar el modelo de economía marrón, donde se alcanzaba riqueza sin tener en cuenta los problemas tales como la inequidad, desigualdad social o el agotamiento de los recursos. La sostenibilidad sigue siendo un objetivo vital a largo plazo, y para alcanzarlo es necesario pintar de verde la economía.

*lorenazeamunoz@gmail.com Ingeniera Ambiental. Especializada en Administración Ambiental. Magister en Dirección Ambiental y Dirección de Proyectos.

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