Por: Uriel Ortiz Soto (*)

El mes de diciembre es para reflexionar y poner en orden nuestras vidas, que aún,  en medio de incertidumbres y tragedias, nos trae renovación y esperanzas.

También es la preparación para iniciar el nuevo año que se avecina, por tal motivo, debemos prepararnos para recibirlo con optimismo, con mente abierta, sin odios, ni rencores;

Es bastante decepcionante, ver cómo en esta época, en algunos lugares de nuestra Patria, se da rienda suelta a lo pecaminoso, de donde muchas veces se derivan actos vandálicos y de violencia, durante la navidad y la llegada de un nuevo año.

Es el mes propicio también, para pedir perdón, a quienes por alguna circunstancia, durante el año que está por terminar, les dimos disgustos, por causas meramente de origen comunitario o asuntos baladíes.

Aún en medio de las dificultades que estamos padeciendo, causadas por los estragos de la pandemia Covid 19 y la ola invernal, robémosle un poco de  alegría a nuestras tristezas y preocupaciones, y recibamos el mes de diciembre con alegría y sano esparcimiento, en el seno de nuestros hogares.

Los hogares donde se construirá el pesebre y  rezará la novena, para pedir al todopoderoso, que queremos reencontrarnos con el niño Dios, a quién todos los católicos y cristianos le profesamos sumisión y obediencia, puesto que  desde el momento mismo de su nacimiento, imprimió, el sello de la humildad, pulcritud y  grandeza para ser el salvador de la humanidad.   

No olvidemos que la navidad, es festividad religiosa, que nos hace pensar y reflexionar sobre todos los actos de nuestra vida, sobre lo bueno que hemos hecho, pero también de lo malos actos, que en un  momento de desenfreno por vaguedad o intolerancia los cometemos.

Son miles los hogares que en este diciembre, están enlutecidos, entristecidos y abrumados, puesto, que las tragedias antes anunciadas, tocó a sus puertas, arrebatándoles uno o varios de sus seres queridos.

No podemos se ajenos a las duras realidades, que se están presentando en nuestro País, con la pandemia del Covid 19, el huracán IOTA, que prácticamente arrasó con el Archipiélago de San Andrés y Providencia, sumado a la ola invernal que está azotando varias regiones del País; sin embargo, aunque todas estas tragedias han afectado la economía y en varios hogares existe la incertidumbre por la pérdida de empleo, debemos tener fe en el futuro, puesto que Colombia, como lo dicen destacados analistas, es un País privilegiado, que siempre sale adelante en medio de las dificultades.

Por eso, la mejor recomendación es celebrar las festividades navideñas y el nuevo año, recogidos en nuestros hogares, con el fin de evitar aglomeraciones que son las principales causas de transmisión y contagio del Covid 19.

La quema de pólvora y el consumo de licor, son otros factores, que nos pueden traer desgracias, puesto que muchas veces se abusa de estos dos elementos, causando muertes y heridos,  poniendo en aprietos a sus familias.

Sobre los horizontes de nuestra Patria también, se avizora, que el 2021, será un año de enormes dificultades, razón por la cual, debemos prepararnos para que su llegada, sea lo menos traumático posible.

Lo anterior se logra con innovaciones, con confianza en Dios y en el futuro que nos espera, por eso, es muy importante, pensar en proyectos productivos en medio de las dificultades, no nos resistamos a creer que todo es imposible; ante las enormes dificultades, siempre hay una luz de esperanza al final del túnel.

La navidad es la presencia de Dios en primavera,

Es el encuentro de amor en nuestros hogares,

Es la presencia del mendigo en nuestras vidas

Y es la esperanza del desvalido que te implora

urielos@telmex.net.co  

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