SAÚL ALFONSO HERRERA HENRÍQUEZ

Por: Saúl Alfonso Herrera Henríquez*

Llamarnos a la acción debería ser prioridad y consigna entre nosotros; más, si de impulsar nuestra ciudad y departamento se trata, así como respecto de causas nobles que marquen pensamiento y vayan esencialmente en dirección a cambios, transformaciones y beneficio social de la mano de los nuevos elementos que nos componen como sociedad, de la que deben emerger, manteniendo su centralidad, nuevos actores sociales que incorporen recapitulaciones y cuestionamiento más allá de los conflictos que se viven o pudiesen presentarse. Actores sociales que integren nuevos modelos y propuestas en escenarios mayormente sociales, portadores de concepciones de relevancia y den lugar a una sociedad comprometida con responsabilidades, deberes, obligaciones y se autoproduzca como sujeto histórico en permanente actuación para superar bien y mejor sus propias normas.

Requeridos estamos de más acción social e investigación sociológica, donde la acción sea real y verdaderamente la protagonista que necesitamos, en el entendido y la comprensión que el análisis sociológico debe centrarse en poner al actor en un tiempo, un lugar, un oficio, una categoría de edad, una clase social, una sociedad y una cultura.

Es tener como objetivo y propósito, estudiar cómo la sociedad se crea, se produce a sí misma, reconstruye el sentido del sistema de relaciones, reflexiona, conceptualiza en los retos y se reinventa en reivindicaciones modernas, a efecto de ser capaz de desempeñar papeles de vanguardia para afirmarse y reafirmarse en los derechos que importan para la democracia, su recuperación, fortalecimiento y profundización.

Interesa que observemos de manera permanente, tengamos una amplia visión de la sociedad, animada por la cultura, los actores sociales, la investigación, la historia, los asuntos contingentes, en el escenario plus de la política, como también en los subterráneos, las relaciones sociales, en la efervescencia cultural local regional y nacional, así como en los diversos movimientos que en ellos nacen. Importa en esto, organizar centros de estudio con equipos de investigadores y estudiantes, a efecto de conocer las fuerzas que dibujando estén la sociedad del mañana, en lo que necesario es pasión y dinámica que propicie los avances mejores.

Se impone en consecuencia, una actitud vibrante que nos mantenga en la vida que nace, fluye bajo la superficie y brota, Es escuchar la voz de los actores, tener un espacio para descubrir el origen y la proyección de su conducta colectiva, intervenir, intentar comprender a la gente, y con ello, la posibilidad de seguir buscando las bases para construir un orden que permita restaurar la paz y la convivencia, elementos para asumir con vocación la labor de escucha, de relación, de interacción y de facilitación de los acuerdos posibles.

*Saúl Alfonso Herrera Henríquez. saulherrera.h@gmail.com – Abogado. Especializado en Gestión Pública. Derecho Administrativo y Contractual.

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