Por: Rafael Robles Solano*
Tal y como bien lo señala Aleksandra Kollontai: “la moral sexual de la nueva burguesía estaba basada en relaciones radicalmente opuestas a los principios morales más esenciales del código feudal, el estricto individualismo, la exclusividad y el aislamiento de la familia nuclear,” los que son características exclusivamente burguesas de la concepción de la familia tradicional y que estaban profundamente ligadas al culto a la propiedad privada, manteniendo un gran arraigo patriarcal. Así pues, a partir del siglo XIX, época en que finalmente la burguesía se corona como clase dominante, el sistema capitalista se impone y pasa a consolidarse en el mundo, entonces el número de prostitutas aumenta exponencialmente como consecuencia, principalmente, de la situación de miseria y desamparo en la que se encontraban las mujeres, en especial las que incursionaban como trabajadoras y las independientes.
Finalmente en los siglos XX y XXI.- Los factores determinantes de la evolución y modernización de las relaciones personales que influyen en estas actividades y que son eje del sistema burgués, se evidencian en: “la pobreza, el hambre, las privaciones y las flagrantes desigualdades socio-económicas, conducen a que estas mujeres, subsistan en medio de la prostitución.” Condiciones determinadas en última instancia en las circunstancias impuestas por los diferentes sistemas productivos imperantes y por liberalidad de las expresiones sexuales, basadas en los principios del libre desarrollo de las personas. Las que reseñaré someramente a título ilustrativo, porque ahondar en sus alcances, implica desplegar otra clase de conceptos y valoraciones que no son parte integral del presente resumen histórico, pero que de una u otra forma, son de conocimiento público, gracias a los despliegues informativos de los medios de comunicación.
Expuesto lo anterior, observamos que la prostitución se transformó con la modernidad, dejando rezagadas y liberándose paulatinamente de las mafias vinculadas al tráfico de personas, o mejor, a los tratantes de mujeres dedicados a explotarlas y abusarlas como esclavas sexuales en los llamados prostíbulos, burdeles, casas de lenocinio o de citas y más discretamente en los denominados clubes privados de todo el mundo; en consecuencia, ésta evolucionó a la par de las innovaciones tecnológicas y con la llegada de los medios audiovisuales, se desarrolló y popularizó la pornografía, posibilitando a las mujeres y en especial, llama la atención el acceso a esta clase de actividades de muchas jóvenes en su mayoría estudiantes universitarias y trabajadoras que luchan solas o como madres solteras, buscando conseguir recursos para redondear sus ingresos en lo que hoy se les conoce como “chicas pre-pagos”, que en la privacidad de sus sitios de habitación, graban videos con imágenes íntimas y lascivas, que corresponden a lo que se conoce como de contenidos pornográficos, para la venta de contenidos explícitos de todo tipo, la mayor parte con retoques arreglados con photoshops, para verse más sexis y atractivas. También abundan ahora las llamadas chicas scort (acompañantes) y las modelos webcam, que figuran registradas en todas las páginas de internet y que son muy conocidas por sus seguidores, entre otras y por citar la plataforma más popular a nivel global, cito la de Only fans, creada en el año 2016 y lanzada en Londres, donde con el recurso de utilizar perfiles falsos o seudónimos, estas jóvenes suben divulgan libremente sus contenidos y paquetes promocionales, al igual que también lo hacen en las restantes redes sociales, lo cual les viene permitiendo librarse del abuso de los proxenetas, traficantes y explotadores sexuales de antaño, como asumir su sexualidad al margen de restricciones moralistas o religiosas y de compromisos personales.
Prácticas que conviven hoy con diferentes denominaciones de las orientaciones sexuales, que pasaron de ser sólo entre hombres y mujeres (heterosexuales), al reconocimiento de otros géneros exigidos y demandados por los movimientos LGTBO, tales como los homosexuales (gays) y lesbianas, junto a los que se apartan de las relaciones tradicionales de los tiempos pasados, como son las identificadas ahora con los transexuales e intersexuales (escoliosexuales), que son aquellos que se sienten cautivados por esta clase de personas; los bisexuales (birománticos), personas que se sienten atraídas por hombres y mujeres; los asexuales, que no tienen intereses sexuales afectivos, físicos, ni sociales; los pansexuales, estos son los que les gustan todos los tipos de géneros; los demisexuales, son las personas que necesitan establecer vínculos afectivos, emocionales o sentimentales, para sentir atracción sexual; los antrosexuales, no tienen definida sus orientaciones sexuales; los autosexuales, corresponden a las personas narcisistas, o sea, solo se atraen ellos mismos; graysexuality, aquellos que por su juventud, aún no tienen definida su orientación sexual; los hiposexuales, se asemejan a los asexuales, pero estos se diferencian por padecer síndromes emocionales que no les permiten definir sus orientaciones sexuales; los lithsexuales, en éste género están los que idealizan amores platónicos no correspondidos; los sapiosexuales, son aquellos que requieren de conexiones intelectuales para poder sentir atracción sexual por otra persona. Con este resumen, concluyo la presente ilustración no apta para mojigatos o santurrones que confunden y cuestionan estas modalidades y conductas contemporáneas, con señalamientos de vulgar libertinaje.
FUENTES: *La prostitución en la historia. Tomás Ferreira Crubellati. Marzo 2020 *Historia y curiosidades de la prostitución. Aleksandra kollontai – lamordaza.com. supercurioso.com/historia-y-curiosidades. Julio 2015 *La terapia humana. Daniela Amador, México. Junio 2021.
*Rafael Robles Solano. Secretario Ejecutivo LIDERESOCIAL. lideresocial@hotmail.com
Tema relacionado: LA PROSTITUCIÓN, HISTORIA HASTA EL SIGLO XXI (I)
