Carlos florez sarmiento- abogado

Por: Carlos Flórez Sarmiento*

Desgracia es que gran cantidad de nosotros se encuentren en condiciones de hambre, inseguridad alimentaria, sin vivienda digna, auxilios ni ayudas estatales. Nos asalten y roben en nuestros hogares, calles, esquinas y nos asesinen. Muramos de sed, desnutrición y hambre. Los jóvenes incursionen en negocios ilícitos. Estemos en línea de pobreza y pobreza extrema. Penosos sean índices en educación, empleo, trabajo, salud y servicios públicos, entre otros. Galope la corrupción y se esfumen porque sí los sagrados recursos públicos. Hechos y situaciones que nos desquician, desajustan los órdenes económico y social, perjudican los derechos fundamentales y humanos; y un Estado sin instrumentos para ponerle alto a tanto desafuero.

Todo Estado de Derecho debe garantizar a sus pobladores seguridad, convivencia, igualdad, libertad, equilibrio. Orden económico, jurídico, social, presupuestal y policivo. Tenemos un orden público al garete. No gozamos de tranquilidad ni paz social. No es normal nuestra institucionalidad. Ameritan tales circunstancias, de suyo graves, normas y medidas urgentes, excepcionales para restablecer seguridad, libertad, economía y fundamentales derechos. Orden social y seguridad deben y tienen que restablecerse en ruta a gozar de las más de las libertades y garantías constitucionales.

La inseguridad nos golpea de manera inclemente. Repito, asaltos a mano armada por doquier, ataques con explosivos, homicidios, paros y secuestros que urgen acciones gubernamentales rigurosas y hasta draconianas para salirle al paso a la inseguridad y darnos tranquilidad, garantizar que el país funcione, y que el diálogo con la delincuencia no sea un parapeto más y menos un laurel a la impunidad.

Presente debe ser y estar el Estado en todos nuestros confines patrios. Su ausencia evidente que genera desmanes nos perjudica, obligando a la gente a defenderse y ante las crecientes como aberrantes acciones de la delincuencia común y organizada de distinta naturaleza, origen, propósitos y objetivos.

Requerimos un país seguro, reestablecido, donde cierto sea el principio de autoridad, que es poca, por no decir que ninguna. Hay que devolverle la autoridad al Estado, o mejor, recobrarla para el Estado; hacer cumplir la ley; recurrir a la mano tendida pero fuerte; ir el gobierno por caminos de institucionalidad. Dura lex, sed lex. Muchos y más son los males que acusamos que no admiten acomodar la ley sino aplicarla sin tolerancia inane.

Autoridad y mano fuerte es lo debido. El estado debe imponer su autoridad, Cumplir con la ley. Hacer todo lo que posible sea porque se le ponga fin a los ataques de los grupos violentos que navegan al margen de la ley y permitir que la Fuerza Pública actúe con contundencia frente a incumplimientos y ante las organizaciones que se hacen oídos sordos, ojos gachos y caso omiso al diálogo de paz, y con acciones violentas socavan de hecho la seguridad en todo el país. Po favor, reclaman ciudadanía y comunidad entera seriedad, avances concretos y verificables. No más una paz burlada.

*Carlos Flórez Sarmiento.Abogado. Especializado en Derecho Administrativo. Magister en Seguridad. Ex Edil de Usaquén. Candidato al Concejo de Bogotá

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