JOSÉ MANUEL HERRERA VILLA- Profesional en Administración y Finanzas.

Por: José Manuel Herrera Villa*

Humanismo, se nos dice, es una filosofía de la vida democrática y ética, que afirma que los seres humanos tienen el derecho y la responsabilidad de dar sentido y forma a sus propias vidas; y, desde el punto de vista filosófico, se refiere a una doctrina que viene desde el S XVI, donde se amontonan ideas de pensadores que han actuado en virtud de su historia y circunstancia, que van desde la dignificación al encuentro con ideales de libertad que se ubican de los siglos XVII al XX, encontrándoles sentido a la condición de ser con identidad, sentido de pertenencia y entorno nacional.

La necesidad de identidad es vital en todos los pueblos, nos hace floreciente, nos encamina a la búsqueda y procura de una concreta y verdadera idiosincrasia, así como consolidar su diversidad cultural, económica, geográfica y social. Tiene el humanismo tiene sus principios en la parte ideológica del medioevo, muy relacionado con el pensamiento cristiano que dio origen a la conducción de las primeras instituciones educativas de corte religioso, allí los egresados de monasterios eran los intelectuales y fungían como parte transformadora de la sociedad novohispana, de allí las distintas materias conocidas como parte de las humanidades como tronco común. Todo ello enmarcado en la base de la justicia y la dignidad, donde los principales expositores de la filosofía griega enaltecían esos valores como inherentes a la sabiduría humana, y por ende, como columna vertebral de toda acción pública y privada.

Desde la óptica de la ideología política, es el conjunto de valores primarios de los cuales las personas derivan sus actitudes hacia los hechos y problemas políticos y que les sirven de guía para conducirse políticamente. Las ideologías políticas abarcan las ideas acerca de la naturaleza humana y de la sociedad, la economía y el sistema político y aclaran los cuestionamientos relacionados con lo que representa una buena sociedad, el papel de la religión, cómo deben distribuirse los beneficios económicos y qué hacer para remediar la pobreza. Implican una concepción particular del mundo, una forma de entender la libertad, la justicia social, el equilibrio entre la autoridad y la libertad, la organización y los objetivos del Estado, la función de éste en la economía, los límites de la democracia, la organización y participación popular y otros asuntos importantes para procurar la armonía de la vida en comunidad.

También se define como un conjunto de ideas acerca del mundo social que en algún sentido son falsas, parciales, erróneas o ilusorias, porque es la manera en que las formas simbólicas sirven para establecer y sostener relaciones de dominación bajo determinadas circunstancias. En esta acepción, la ideología no sólo abarca el poder político organizado, sino se extiende a otras instituciones y esferas de la vida social, como los medios masivos, que en las sociedades modernas son una fuente importante de las ideologías, como bien sostienen tratadistas connotados en esta vital como significativa asignatura.

Se considera como un proceso donde el principal propósito debe ser sumar a los más ilustres de los nuestros que han construido contra lo inconveniente, en la verdad que un territorio se soporta en apostar por una doctrina primordialmente proteccionista, donde los más vulnerados de la historia encabezan la pirámide de jerarquías de interés nacional con absoluto respeto a la diversidad cultural y social; razón para que la defensa de nuestras culturas surja también como una reivindicación de lo nuestro respecto a nuestro tiempo y frente al mundo.

El Humanismo como propuesta de cambio y transformación debe ser una suma de ideales reformadores, que no lleven a construirnos mejor institucional, legal y políticamente, orientemos adecuada y profundamente el rumbo, en el camino de no dejarnos atrapar por intereses ajenos a lo nacional; gran tarea escribir en consecuencia nuestro propio humanismo desde el punto de vista político, condición que inspirarnos debe a desarrollar diseños conceptuales y objetivos en los que se puedan integrar sin un interés voraz y desmedido, el desarrollo, el comercio, la competencia y la inversión, de la mano de la comunidad e naciones, a fin que nunca más se abuse de lo económico como justificante para el saqueo y la rapiña que tanto daño hacen y han hecho.

*Profesional en Administración y Finanzas. Especializado en Auditoría Integral. Formulación, Evaluación y Gerencia de Proyectos de Desarrollo

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