Economista Omar Escobar

Por. Ec. Esp. Omar Escobar

Hong Kong logra a finales del siglo XX su autonomía, después de 156 años de colonización. Tung Chee-hwa, fue su Primer Jefe Ejecutivo, luego de la transferencia de soberanía del Reino Unido a la República Popular China, el 1 de julio de 1997 creando la región administrativa especial de China.  El reino de Inglaterra había nombrado, a dedo, 29 gobernadores para Hong Kong durante estos 156 años. Jamás hubo elecciones pues los chinos fueron despreciados hasta por su color de piel. Sólo en los 15 últimos años, a finales del siglo XX, empezaron a ocupar cargos públicos. Anson Chan – la dama de hierro- primer mujer que en 1993 fue nombrada secretaria jefa del gobierno, la segunda funcionaria de mayor rango en el gobierno de Hong Kong. En más de un siglo y medio empezaron a ser hongkoneses los chinos del continente, es decir China no sustituyó a un tirano británico por un tirano chino continental, lo sustituyó por un Hongkonés local.

Los británicos, pregoneros de la libertad, nunca implementaron un sistema democrático en Hong Kong, la mayor parte del poder político residía en el gobernador nombrado por el monarca británico que tenía la capacidad de promulgar, enmendar y derogar leyes, vetar las leyes aprobadas por el Consejo Legislativo y el Gobernador, e incluso tenía autoridad para promulgar leyes sin la aprobación del Consejo. La capacidad del Consejo administrativo para supervisar al gobernador era también limitada, mientras el Consejo administrativo podía debatir asuntos de política y cuestionar al gobierno, no tenía la autoridad para destituir al gobernador o a otros altos funcionarios del gobierno, es decir, estos poderes estaban limitados y estaban sujetos al control del gobierno británico. El Consejo legislativo de Hong Kong, no era elegido por voto popular, en 1985 cuando se introdujo la reforma política, la mayoría de los escaños del Consejo legislativo seguían siendo designados o elegidos por grupos de interés y no por el voto popular. Fue en 1995 cuando se llevaron por fin a cabo las primeras y únicas elecciones completamente democráticas para el consejo legislativo en las que todos los escaños fueron elegidos por voto popular.

Resulta curioso, tras 150 años de ocupación, solo cuando los británicos estaban negociando con los chinos la devolución del territorio, empezaron a implementar medidas democráticas, pues los hongkoneses fueron considerados ciudadanos de segunda, eran un utensilio para conseguir ciertos fines, eran sirvientes de los colonos, cocineros, sastres, marineros y mulas para transportar el opio. Para el blanco, el hongkonés había nacido para servir a sus señores los ingleses, quienes habían tenido la mala suerte de ser destinados a esas tierras de ultramar; tan sucia y repugnante, donde los colonos descargaban su ira con sus sirvientes que eran poco menos que perros. Los habitantes de Hong Kong podían ser azotados indiscriminadamente de forma terrible con una caña de bambú, una práctica que no se abolió legalmente hasta 1990, sus casas podían ser registradas arbitrariamente sin orden judicial y arrestados solo por el hecho de parecer un rebelde.

Regresando la película, en 1967, durante las protestas y disturbios en Hong Kong relacionados con la revolución cultural en China, la colonia británica experimentó una importante ola de disturbios y varios periódicos y otras publicaciones fueron cerradas por las autoridades por su supuesto papel de sedición y las autoridades británicas arrestaron a varios editores y periodistas en relación con esas acusaciones. En 1.865 se promulgó la ley de sociedades que fue utilizada para limitar la formación de organizaciones que el gobierno consideraba subversivas o una amenaza para la seguridad nacional. En 1938 también se había promulgado la ley de secesión que buscaba criminalizar el descontento contra el gobierno e incluso la hostilidad entre las diferentes clases de la población de Hong Kong. Luego en 1970, fue introducida la ordenanza de sedición conocida formalmente como la ordenanza de delitos contra el gobierno y la administración pública. Los británicos están blindados contra cualquier intento de independencia que pudiera poner en riesgo el poder de la Corona en la Colonia.

Por más de un siglo, el colonialismo pisoteó los derechos civiles de los hongkoneses, quienes protestaron con la fuerza que los caracteriza, desatándose episodios brutales como los disturbios del Doble Diez, del 10 de octubre de 1956, todavía hoy es sujeto de controversia ya que las autoridades británicas nunca fueron transparentes con el incidente. Lamentablemente, este tipo de atropellos, no son recordados por las nuevas generaciones, pues los gobernante actuales aliados con occidente, en estos 26 años, tratan de borrar los fantasmas que atormentaron y victimizaron a sus abuelos… hoy, muchos de ellos usufructúan el legado del colonialismo que derivo en la acumulación de capital asociado con la anglósfera, por tanto, protegerán sus emporios, dividirán su cultura y jamás permitirán el control estatal…allí el sector privado tiene mando sobre lo público -como en occidente- y saben que la mejor herramienta que tienen es la manipulación de la información y la conducción de masas…masas que hoy se enfrentan entre sí reclamando -desde sus redes sociales – libertad y democracia- de la cual gozan en cierta medida y por la cual murieron sus antepasados.

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