Por: Blaicer Moreno Córdoba*
Empoderamiento es el acto y el resultado de empoderar que alude a ayudar a una persona o a un conjunto de individuos a ser más fuertes y a tener más poder. En este caso, la fortaleza refiere a la capacidad de defensa, a la resistencia y al vigor. La soberanía alimentaria define la FAO, es el derecho de los pueblos a definir sus propias políticas y estrategias sustentables de producción, distribución y consumo de alimentos que garanticen el derecho a la alimentación para toda la población; busca que la soberanía de una región o país no se vea afectada por depender de la producción de alimentos de otros países. También se define como la toma de políticas de carácter proteccionista por parte de un determinado territorio y dirigidas a la defensa de los intereses de los productores agrícolas locales, así como de la autogestión alimentaria de este.
Lleva la soberanía alimentaria a la seguridad alimentaria, que define la FAO como la situación en la que todas las personas tienen acceso permanente a alimentos seguros, nutritivos y suficientes para llevar una vida activa y saludable, implicando que el sistema alimentario sea sostenible, es decir, que no comprometa las bases económicas, sociales y ambientales de las generaciones futuras; y, existe cuando todas las personas tienen, en todo momento, acceso físico, social y económico a alimentos suficientes, inocuos y nutritivos que satisfacen sus necesidades energéticas diarias y preferencias alimentarias para llevar una vida activa y sana, siendo un estado en el cual todas las personas gozan de acceso a los alimentos que necesitan, en cantidad y calidad, para su adecuado consumo y utilización biológica; implica además, la aplicación de estrategias para garantizar que los alimentos no supongan un riesgo para la salud de las personas y sean saludables.
Caminar hacia una soberanía alimentaria, requiere, además de empoderarse, transformar el campo fortaleciendo la productividad agrícola y construyendo avances en tal propósito. Es hacer del campó una prioridad, implantar e implementar plataformas esencial para brindar asistencia, financiamiento, capacitación y en consecuencia, permitir que se transite hacia un sólido empresariado agropecuario. Se trata de proporcionar asistencia agroecológica, financiamiento y sanidad vegetal y animal a pequeños productores, lo cual es una plataforma para empoderar a quienes por décadas han sido marginados y garantizarles el acceso a nuevas oportunidades económicas y tecnológicas.
Igualmente, atender el cambio climático en la disponibilidad de recursos hídricos. El agua comienza a ser el centro de las discusiones sobre la viabilidad y el futuro de la producción agrícola a nivel mundial, lo que obliga fijar la mirada y las acciones de gobierno en ello. Impulsar la tecnificación, mejorar la eficiencia en el uso del agua y aumentar la productividad en zonas rurales afectadas por la sequía, lo que constituye un paso fundamental para fortalecer la resiliencia de los pequeños productores, definitivo como clave lo cual para definir el rumbo de nuestras políticas agroalimentarias.
Es trabajar en una visión de esperanza y transformación para el campo, empoderarnos, ser concientes que quien tiene el alimento gana los más de los espacios posibles, garantiza la soberanía alimentaria y puede enfrentar en mejor forma los desafíos del cambio climático, especialmente en la gestión del agua, de ahí la importancia de la poder tener una seguridad y sustentabilidad hídrica, programas de asistencia técnica y financiamiento como pasos ambiciosos cuyo éxito depende de la capacidad gubernamental para implementar las reformas necesarias y superar los desafíos internos y externos, con una agenda clara y honrando el compromiso de empoderarnos en ruta a proteger los recursos naturales, Es el empeño de esta administración para empezar así a asegurar un futuro sostenible para todos.
*Administrador de Empresas. Conferencista. Columnista. Asesor y Consultor Político