gerardo rosero- ingeniero civil

Historia de un desastre anunciado

Por: Gerardo Rosero Pérez*

El título de este artículo fue el lema que utilizamos para significar la defensa del Páramo de Bordoncillo, ecorregión estratégica del Sur de Colombia, frente a la amenaza que representaba la decisión del Gobierno Nacional de pavimentar la trocha El Encano- Santiago y que hoy toma especial importancia por la avalancha que se presentó en el Corregimiento de El Encano, el fin de semana pasado, causando la lamentable pérdida de vidas humanas, animales y bienes materiales.

La historia comienza con la reunión que se celebró en Bogotá, en el año 2006, con el objeto de decidir la pavimentación de la trocha El Encano – Santiago, que mas bien pareció un sainete donde el protagonista principal fué el Ministro de transporte, Andrés Uriel Gallego, quien mostrando un cheque de 80 mil millones de pesos les preguntó a las autoridades y parlamentarios de los departamentos de Nariño y Putumayo que si lo tomaban o lo dejaban, pero ellos con su silencio cómplice tácitamente aprobaron semejante despropósito.

Con argumentos técnicos, ambientales, sociales y económicos agotamos todas las instancias gubernamentales para que el Ministro rectificara su decisión; y ante su rotunda negativa me ví en la obligación de presentar una Acción Popular con la coadyuvancia de los Ingenieros Guillermo Guerrero Urrutia (QEPD), Franco Romo Lucero y Leonardo Rosero Urresta, donde advertíamos que la ampliación y pavimentación de la trocha El Encano – Santiago impactaría directamente al Páramo de Bordoncillo, y además, el diseño geométrico y las pronunciadas pendientes de la vía dificultarían el tránsito normal de vehículos de tráfico pesado.

Como alternativa se propuso la construcción de la variante El Encano – Santiago basados en los estudios realizados por la prestigiosa firma consultora Integral de Medellín donde claramente se demostraba que los impactos ambientales eran de menor magnitud y la operación vehicular la más adecuada. Al final del proceso de la Acción Popular, el Juez Segundo Administrativo del Circuito de Pasto y el Tribunal Administrativo de Nariño fallaron de manera inexplicable en primera y segunda instancia en contra de nuestras pretensiones de proteger el páramo, dando así luz verde a la pavimentación de la trocha desconociendo los argumentos de los accionantes y que hoy estamos padeciendo las consecuencias de una errada decisión.

Las avalanchas que se presentan en La Cocha, si bien es cierto son cíclicas, la última fue de grandes dimensiones debido a los siguientes factores: primero, la inclemente ola invernal principalmente en las zonas ubicadas por encima de los 3200 m.s.n.m. donde existen páramos y zonas de recarga hídrica en donde nacen las quebradas tales como: Quilinsayaco, Moras, Moquillo, Orejuela, Ríos Negro, El Encano, La Piscicultura, entre otros, hizo que sus aguas inicialmente se represen y luego se desborden caudalosamente. Segundo, la construcción de la trocha para la instalación de la Línea de Transmisión eléctrica del Circuito Betania – Altamira – Mocoa – Pasto, que causaron deslizamientos que inclusive amenazan  con el colapsamiento de su misma infraestructura, lo cual afectaría la interconexión eléctrica con el sur de Colombia y el vecino país del Ecuador. Tercero, en el área donde se hizo la ampliación de la trocha entre El Encano y La Piscicultura, por efecto del proceso constructivo se presentó una variación en la morfología de la zona, originando un cambio en la dinámica fluvial, por cortes y terraplenes en suelos de fragilidad y sensibilidad ambiental considerable, con presencia de vegetación de páramo, que con su intervención la hizo vulnerable a erosionarse y en consecuencia se produjo la remoción en masa arrasando con todo lo que se encontró en su trágico camino. Cuarto, lo más grave, desconociendo que se encuentra localizada en áreas  de reserva Forestal y RAMSAR ó Humedal de importancia internacional, con la remoción de la biomasa para la pavimentación de la trocha se cortó el Corredor Biológico Andino Amazónico Páramo de Bordoncillo – Cerro de Patascoy – La Cocha, causando la alteración del bosque protector, así como la variación de la morfología de la zona originando un cambio en la dinámica hídrica caracterizada por múltiples ríos y quebradas, constituyendo un desequilibrio eminente de los servicios ambientales que presta esta área protegida a la región, no solo en la regulación hídrica y el hábitat de la vida silvestre, sino también en el avance de los procesos de inestabilidad geomorfológica, como el que ocurrió en la pasada semana.

Desde la Corporación Panamazónica, consideramos que es de imperiosa necesidad y urgencia emprender acciones de fondo para darle una solución estructural e integral a este gravísimo problema ambiental en el Páramo de Bordoncillo, que es nada más ni nada menos la reserva para el abastecimiento de agua para los habitantes de Pasto y las poblaciones circundantes, para lo cual es recomendable recopilar las investigaciones y estudios que se han realizado sobre este ecosistema y elaborar un Plan de Acción que debe tener como objetivo fundamental la RESTAURACION AMBIENTAL de esta incomparable y única ecorregión.

Tristemente fué la naturaleza quien al fin nos dió la razón…. pero a un costo muy alto para los moradores de El Encano.

San Juan de Pasto, 13 de marzo de 2025.  

*Gerardo Rosero Pérez. Ingeniero Civil, Consultor en desarrollo regional, Presidente de la Corporación Panamazónica.

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Por editor

Un comentario en «¡NO A LA TROCHA…. SI A LA TRUCHA!»
  1. Gerardo: algún día tu sueño dejará de ser utopía y convertida en realidad, lo que se debió hacer hace 100 años, comenzamos a hacerlo mal en este siglo XXI.
    La historia te dará la razón, alguien por fin llevará a cabo tu magna obra, estoy seguro de ello

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