Periodista Iván Meneses

Por: Iván Meneses – Periodista.

Una de las fuentes hídricas con la que cuenta, o mejor, con la que contaba el corregimiento de Zapatosa – Cesar, era la quebrada de “los hombres”. En ella propios y  visitantes disfrutaban de un baño en sus aguas frías y cristalinas en horas de la tarde, algunos lo hacían todo el día en especial los fines de semanas.

Se le conoce  como la quebrada de los hombres, porque según  la creencia popular eran ellos quienes normalmente se iban a bañar ahí.

Entre los años 1.970  hasta el 2.000, en la quebrada podíamos encontrar  a las famosas mujeres  lavanderas, quienes salían de sus casas desde  la mañana a lavar la ropa de la familia, hasta el atardecer. Mientras ellas estaban en sus oficios, sus hijos y nietos se bañaban a la espera de que sus madres o abuelas terminarán su labor para bañarse con ellas y poder comerse el almuerzo que llevaban preparados desde casa.

Lavanderas de Zapatosa

En tiempos de lluvias la quebrada se crecía hasta tal punto de desbordarse, esto impedía el paso de personas que a diario debían cruzarla desde la vereda de Santa Rosa hasta el corregimiento de Zapatosa y viceversa, a sus diferentes  lugares de trabajo como fincas, parcelas y ciénaga.

EL PUENTE DE LA QUEBRADA

Preocupado por la situación que atravesaban en el invierno, el señor Tomás Antonio Sánchez tomó la iniciativa de reunir a algunos  habitantes  y familias de Zapatosa y Santa Rosa para proponer la construcción de un puente de madera que atravesara la quebrada de lado a lado.

Maravillados por la idea de Sánchez, los señores  Carlos Fonseca Vega (E.P.D),  Guillermo “Guille” Cárdenas, el docente Jaime Vides, Víctor Moya, Gabriel Vertel, las familias Narváez,  Nova, Misael Camargo y otros,  se pusieron manos a la obra y empezaron a construir la estructura el 20 de Mayo del 1991.

En tiempos actuales junto a la quebrada, tristemente el puente no existe. Hace más de diez años se deterioró cayéndose poco a poco al suelo.

La estructura  sirvió para que no solo los adultos pasaran, sino los niños y jóvenes que debían ir a estudiar desde santa rosa a Zapatosa, no se mojaran ni corrieran  el riesgo de ahogarse en el caño.

Según algunos habitantes, personas sin sentido de pertenencia e inconscientes tomaron la  obra de  trapecio para lanzarse al agua, y otros afirman que los altos barrancos fueron la causa de la destrucción del puente.

Los habitantes de Zapatosa y de Santa Rosa, están a la espera de que los nuevos gobiernos departamental, municipal  y los concejales de Zapatosa, les echen un vistazo para recuperar la quebrada y construir un nuevo puente, esta vez de material y más largo.

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